cómo hacer jabón casero

Cómo hacer jabón casero [paso a paso]

Buscar alternativas a los productos que se pueden adquirir en el supermercado se ha convertido en una de las claves para ahorrar y apostar por opciones naturales. En este sentido, saber cómo hacer jabón casero te puede ayudar a crear tus pastillas de jabón de manera sencilla para tenerlas siempre disponibles. Para ello, solo tienes que conocer algunos consejos.

Beneficios de hacer tu propio jabón

En primer lugar, antes de aprender cómo hacer jabón casero, es conveniente conocer todos los beneficios de esta gran elección. Los más importantes son los siguientes:

  • Olor personal: al contrario de los jabones químicos, los jabones artesanales tienen la ventaja de poder oler según tus gustos, dependiendo del aceite esencial que utilices en su elaboración.
  • Múltiples usos: este tipo de jabón lo puedes utilizar para quitar las manchas, pero también en tu piel o cabello. Un solo producto te servirá para todo.
  • Ahorro: hacer tu propio jabón en casa supone un ahorro por lo económicos que son sus ingredientes, así como por sus características multiusos.
  • Cuidado del medio ambiente: cuando realizas jabón con tus manos estarás huyendo de químicos perjudiciales tanto para tu piel como para el planeta.

Ingredientes esenciales para hacer jabón en casa

Para saber cómo hacer jabón casero fácil, solo tienes que tener a mano los ingredientes necesarios. En este punto, cabe destacar la importancia de conocer a fondo estos ingredientes pues, de lo contrario, el resultado podría no ser el que estás buscando:

  • Aceite
  • Sosa cáustica (hidróxido sódico).
  • Cera virgen.
  • Agua destilada.
  • Aceites esenciales.

Aceites esenciales: el toque aromático para tu jabón casero

Si buscas que tu jabón casero tenga perfume puedes usar hierbas naturales o aceites esenciales en su elaboración. Algunos de los más destacados son el aceite esencial de lavanda, el de limón o el de árbol de té. Todos ellos son ideales para aportar aroma, así como para potenciar la desinfección.

Tipos de grasas y aceites para la fabricación de jabón

Entre las grasas más populares para hacer jabón destacan las siguientes:

  • Manteca de cacao: cuenta con propiedades nutritivas y destaca por su gran poder de hidratación. También tiene propiedades antioxidantes.
  • Manteca de Karité: regenera, hidrata y nutre en profundidad. Además, calma gracias a sus propiedades antiinflamatorias.

Por su parte, dentro de los aceites más utilizados para la fabricación del jabón debes tener en cuenta los siguientes:

  • Aceite de oliva: es asequible, hidratante y regenerador. Se usa desde la Edad Media con este cometido.
  • Aceite de coco: añade espuma y dureza al jabón.
  • Aceite de almendras: contribuye al equilibrio de la piel y es muy hidratante y nutritivo.
  • Aceite de argán: es de los más populares por su efecto antiedad y por su alto contenido en vitamina E, que hidrata y actúa contra la sequedad.

La importancia del equipo y los utensilios en la elaboración del jabón

Además de los ingredientes, también es imprescindible tener en cuenta la importancia de usar un buen equipo y herramientas a la hora de fabricar tu jabón casero. Para hacerlo, necesitarás: 

  • Recipientes resistentes al calor: elige jarras de cristal tipo pyrex o de plástico duro, aptas para meter en el microondas.
  • Recipiente para mezclar el aceite con la sosa: puede ser de plástico duro, de goma o de acero inoxidable. No debe ser de hierro, plástico blando o aluminio.
  • Báscula de cocina.
  • Utensilios para remover: apuesta por paletas de silicona y evita que sean de hierro, aluminio o plástico blando.
  • Termómetro de cocina.
  • Batidora.
  • Moldes y utensilios para cortar la mezcla.

Tampoco puedes olvidarte de contar con el siguiente equipo de protección:

  • Guantes de goma o látex.
  • Gafas de plástico.
  • Mascarilla.
  • Delantal o bata.

El proceso paso a paso de cómo hacer jabón casero

Una vez que tengas todo preparado, ha llegado el momento de ponerte manos a la obra y seguir este paso a paso:

  1. Medición: usa una báscula para medir los aceites y el hidróxido de sodio según la receta elegida.
  2. Prepara el hidróxido de sodio: agrega la sosa cáustica al agua de forma lenta y mezcla hasta que se disuelva por completo. Recuerda que esta mezcla es peligrosa: actúa con precaución.
  3. Mezcla de aceites: combina los aceites y calienta hasta que se derritan. Retira del fuego y deja que la temperatura baje hasta conseguir la adecuada para la saponificación.
  4. Saponificación: vierte el hidróxido de sodio en los aceites y mezcla con una batidora hasta obtener la consistencia de «traza». Es decir, parecida a una salsa espesa.
  5. Aditivos: añade aceites esenciales, colorantes y/o exfoliantes.
  6. Moldeado y curación: vierte la mezcla en moldes hasta que solidifique. Desmolda y corta con la forma deseada y deja curar entre 4 y 6 semanas.

Recetas populares de jabón casero

Si quieres comenzar con algo sencillo, puedes conocer cómo hacer jabón casero con 5 litros de aceite de oliva y exprimir al máximo todas sus propiedades.

En primer lugar, necesitarás estos ingredientes:

  • 5 litros de aceite de oliva.
  • 5 litros de agua.
  • 1 kilo de sosa cáustica.
  • 1 puñado de harina.

Cuando tengas los ingredientes, coge un recipiente grande donde quepa esta cantidad de producto y sigue este paso a paso:

  1. Añade la sosa cáustica en el recipiente, agrega el agua y remueve con un palo hasta que se disuelva.
  2. Sobre la sosa diluída, vierte el aceite de oliva.
  3. Remueve con el palo sin parar hasta que la mezcla cuaje. Si añades un puñado de harina, puede cuajar de forma más sencilla y rápida.
  4. Espera hasta que se endurezca, esto puede durar entre 5 y 6 horas, aunque mejor si continúas al día siguiente.
  5. Corta la masa y divídela para crear las pastillas de jabón.
  6. Deja que el jabón cure entre 30 y 40 días. A partir de entonces, podrás utilizarlo.

Esta receta también sirve para aprender cómo hacer jabón casero con aceite usado, ya que tan solo habrá que cambiar el aceite de oliva por uno reciclado. A partir de aquí, puedes ir variando las creaciones hasta obtener el jabón que mejor se adapte a tus necesidades. 

Jabón Líquido vs. jabón Sólido: ¿Cuál elegir?

Elegir entre un jabón líquido y uno sólido dependerá, en primer lugar, de tus gustos personales. Ambos tienen la función de limpiar y eliminar la suciedad, aunque varía su textura.

Si lo vas a utilizar para el baño diario y tu piel no padece de ninguna afección, el jabón en barra será suficiente y uno de los más recomendables. Sin embargo, cabe destacar que, para lavar el rostro, sí puede ser más interesante el jabón líquido, ya que el de barra tiende a resecar la zona.

Cómo personalizar tu jabón: colorantes y texturas

Puedes utilizar colorantes naturales, como la cúrcuma, el óxido de zinc o la espirulina, para dar un toque distinto a tu jabón. Además, también puedes añadir exfoliantes naturales, como café molido o semillas de amapolas, para agregar un extra de textura.

Soluciones a problemas comunes en la fabricación de jabón

Existen algunos problemas comunes tras la fabricación de jabón que puede arruinar el proceso. Sin embargo, no debes desesperar, ya que muchos de ellos tienen solución:

  • Jabón muy denso: el principal problema puede haber sido batir demasiado. Sin embargo, algunos ingredientes en polvo también pueden provocar este problema. 
  • No llegar a la «traza»: puede que hayas usado una cantidad de ingredientes incorrecta o grasas líquidas en exceso.
  • Pequeñas bolitas: si al agregar la fragancia en la mezcla aparecen pequeñas bolitas, similar a granos de arroz, se debe a la reacción química entre los ingredientes. La única solución está en comprobar que no existe problema alguno por usar esa fragancia antes de hacerlo.
  • Capa blanca: suele suceder y no pasa nada, tan solo es un problema estético que mejorará conforme cojas práctica.

Cuidado y almacenamiento adecuado del jabón casero

Después de tener tu jabón casero creado, es imprescindible conservarlo en un lugar fresco y seco para aumentar su duración. Tampoco debe exponerse a la luz solar ni padecer cambios bruscos de temperatura. 

Tras empezarlo a usar, se debe colocar sobre una jabonera que drene. Es decir, que tenga una rejilla u otro sistema que haga que el jabón permanezca lo más seco posible.

Otros usos: creatividad para tus sobrantes de jabón

En el caso de que te haya sobrado jabón y no sepas qué hacer con él, puedes convertirlo en gel de ducha. Para ello, mezcla los restos en una cazuela con agua destilada, en una proporción de 1:9, remueve hasta que se disuelva, y deja resposar entre 12 y 24 horas.

También puedes preparar crema de afeitar. Para ello, debes hacer lo mismo que en el caso del gel de ducha, pero cambiando la proporción de jabón y agua por una de 1:3. Tras la elaboración, espera entre dos y tres días para usarlo.

Ahora que ya conoces cómo hacer jabón casero paso a paso y de forma sencilla, es el momento de crear y echar a volar tu imaginación. Recuerda que puedes apostar por todos los beneficios del jabón artesanal añadiendo tus ingredientes favoritos para crear formas, olores y texturas personalizados mientras cuidas de tu piel y del planeta.