La vitamina E o tocoferol es un compuesto hidrosoluble que actúa como antioxidante, retirando radicales libres, principalmente a nivel del grupo hemo. Hablamos de vitamina E para referirnos a un grupo de 8 compuestos, entre los que destaca el alfa tocoferol.
La vitamina E en el organismo
Entre las propiedades de la vitamina E destaca su poder como antioxidante, protege a las células del organismo de los radicales libres. Estos radicales introducen oxígeno en las células, haciendo que el cuerpo envejezca por cambios en el ADN celular.
Los radicales libres se forman tras el metabolismo de los alimentos, por lo que aparecen de forma irremediable y tenemos que ayudar a acabar con ellos con la toma de vitaminas como la E. En algunas personas pueden estar incluso más frecuentes ya que se incrementan con el tabaco, la radiación solar y la contaminación ambiental.
Además de esta función principal, también tiene una importante función en el sistema inmunitario para actuar frente a virus y bacterias, evitando infecciones.
Otro beneficio de la vitamina E lo encontramos en la piel, tanto su inclusión en la dieta como su aplicación tópica, provoca que la piel se muestre más radiante que nunca. Además actúa contra el acné, elimina irregularidades y la protege frente a radiaciones solares.
Para obtener todos los beneficios de la vitamina E, ésta debe ser consumida según las cifras estipuladas siendo la CDR de esta vitamina de 15 microgramos.
Exceso o defecto de vitamina E
El exceso de vitamina E no se produce únicamente por un consumo alimenticio, sino que ocurre por toma de suplementos vitamínicos.
Esta hipervitaminosis provocada genera aumento en el riesgo de sangrado, diarrea, gases o incluso aumento en el riesgo de padecer cáncer de próstata. Por ello, los suplementos vitamínicos que contengan la vitamina E deben consumirse con un total entendimiento de la materia, para que no aparezcan problemas a posteriori.
En el lado contrario aparecería el defecto de esta vitamina.
Este defecto suele acontecer por problemas médicos de mala absorción que impiden su correcta asimilación, ejemplo de estas patologías son la Enfermedad de Crohn o la fibrosis quística.
La falta de vitamina E provoca que haya fallos en los músculos y en los nervios, con pérdida de sensibilidad y alteraciones en la visión.
Principales fuentes de vitamina E
Entre los alimentos ricos en vitamina E encontramos a todos los aceites vegetales. Si evitas el uso de aceite a la hora de cocinar, también podrás adquirir esta vitamina si utilizas margarina.
Los frutos secos son otra gran fuente de vitamina E, los frutos que contienen mayor cantidad por porción son las avellanas, las nueces, las almendras y el maní.
En una dieta vegana no fallan las hortalizas, las de hojas verdes son las que poseen niveles más altos de tocoferol, como las espinacas y el brócoli.
Todos estos alimentos se pueden encontrar sin problema en una dieta vegana y, a partir de hoy, conoces que su adición a la misma consigue un efecto antioxidante natural de forma inigualable.