Si quieres conseguir una fotografía espectacular es conveniente que sepas que depende de múltiples factores. Se requiere de una buena iluminación, explorar distintos ángulos, aplicar la ley del horizonte, así como elegir los tipos de encuadres apropiados. Esto es importante para lograr un impacto y equilibrio visual entre los diferentes elementos.
La realidad es que la fotografía profesional es todo un arte. Aunque parece algo sencillo, si tenemos en cuenta el número de fotos que nos solemos tomar para publicar en las redes sociales. Si estás interesado en realizar algún curso especializado o dedicarte de forma profesional a ello, tienes que saber que una de las reglas básicas es delimitar la escena a través del objetivo. Conozcamos más detalles y profundicemos en qué es un encuadre y cuáles son los tipos de encuadres que existen.
Índice de contenidos
Qué son los encuadres fotográficos
El encuadre en fotografía hace alusión a la proporción de una escena para capturar una foto. Es fundamental para que puedas construir composiciones y generar una sensación o sentimiento. Los fotógrafos tienen conocimientos en esta materia y en función de su experiencia podrán ofrecer un mejor resultado. La relación de aspecto se refiere al ancho y alto de una imagen, por lo que es algo que es uno de los principales aprendizajes en este mundo.
En primer lugar, el fotógrafo debe elegir correctamente los elementos para organizar la composición. Todas las imágenes contienen un mensaje, es decir, existe un motivo que justifica esta representación. La elección adecuada de los mismos, antes de que procedas al disparo, fundamenta este contenido visual. Aunque contar con un buen material influye en la obtención de tu fotografía, es necesario que tengas una preparación para realizar una configuración correcta.
¿En qué consiste el encuadre fotográfico? Su objetivo es separar la imagen de todo aquello que la rodea para tener un mayor control de la escena. Cada fotógrafo tiene su propia forma de realizarlo, puesto que una representación mental puede ofrecer múltiples fotografías dependiendo de estas proporciones. Como podemos observar, los bordes tienen una enorme influencia en la composición final, y aunque este aspecto se puede definir mejor con el uso del ordenador, tu percepción inicial es la que cuenta.
Tipos de encuadres imprescindibles en fotografía
Actualmente, se conocen cuatro tipos de encuadres tradicionales: horizontal, vertical, cuadrado y panorámico. Aunque, con el tiempo, han ido apareciendo otras sugerencias para obtener las fotografías que se desean. Veamos cuáles son y por qué son importantes durante la captura de la escena.
Encuadre horizontal
Este tipo de encuadre, que también se denomina «apaisado», permite obtener la esencia de una imagen de manera atractiva. Es uno de los más habituales para destacar la sensación de amplitud y estabilidad en las fotografías. La relación de aspecto 3:2 es la más frecuente, de hecho, era el ángulo que se solía emplear en las televisiones y ordenadores. La intención, que es transmitir grandeza, permite jugar con las líneas y perspectivas.
Este es el formato nativo en la composición fotográfica, ya que las cámaras se han diseñado para capturar el cuadro en horizontal. Una de las mayores ventajas es que ofrece naturalidad y es muy fácil de interpretar porque nuestra visión es binocular. Sin embargo, no es uno de los formatos que se suelen manejar en las redes sociales, donde predominan las capturas en vertical o cuadradas desde hace bastante tiempo.
Encuadre vertical
Este es otro de los formatos más representativos, además, se suele utilizar con bastante frecuencia para hacer retratos. Cuando se trata de obtener una fotografía de una persona en primer plano o de cuerpo completo, se suele recurrir a este encuadre. Incluso, es muy apropiado para la publicidad, sin embargo, la interpretación no es tan sencilla como en la anterior exposición.
La relación de aspecto 2:3 no permite tanta profundidad, pero es perfecto para los formatos digitales, siempre y cuando se pretendan incluir menos elementos. Normalmente, no es una las opciones más cómodas y utilizadas por los fotógrafos, a no ser que se trate de realizar retratos.
Encuadre cuadrado
La relación de aspecto del formato cuadrado es de 1:1, por lo tanto, el ancho y el alto son iguales. A diferencia de las otras opciones, que se han mencionado, consiste en un encuadre estático y con una geometría muy marcada. Debes saber que sus orígenes se remontan al uso de las cámaras Polaroid. Igualmente, es uno de los tipos de encuadres favoritos en las redes sociales, además, se adapta perfectamente a cualquier plataforma.
Aquí lo más importante es saber jugar con las composiciones para ofrecer un equilibrio. Es el formato más estático, y como los márgenes son cuadrados y simétricos, se transmite solidez y estabilidad. Pero, no es la mejor opción para la fotografía cotidiana, aunque si se tiene un buen manejo, la fotografía ofrece un resultado muy atractivo.
Encuadre panorámico
El encuadre panorámico 16:9 se utiliza para capturar paisajes o escenas que abarcan un gran espacio. Es la mejor manera de mostrar la amplitud del entorno y, además, es uno de los más completos para trabajar. Como la mayoría de los teléfonos ya incluyen la selección automática de los formatos, es posible hacer la captura con cualquier cámara incorporada.
Una de las ventajas es que es uno de los tipos de encuadres que más fomenta la creatividad y es una fuente de inspiración para cualquier profesional. Probablemente, requiera de un mayor esfuerzo, pero se aprecian mucho mejor las fotos. Es una opción muy acertada para capturar paisajes y eventos multitudinarios y generar una sensación más impactante. Además, es una de las técnicas más utilizadas en el mundo del cine, donde se suele emplear el nombre de gran plano general por su formato alargado.
En definitiva, la delimitación del espacio es lo que dará forma a la imagen final. Con esta información, esperamos haber esclarecido algunas de las principales dudas sobre los tipos de encuadres y su funcionalidad. Aunque hay más opciones, como el encuadre holandés o natural, entre otros, la mirada del observador es la que prevalece. Un buen profesional sabe cómo obtener la foto perfecta y transmitir las mejores sensaciones.
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