Poros abiertos en el rostro.

Poros abiertos en la cara: causas y soluciones

Los poros abiertos son un problema estético, no médico. Además, con el uso y abuso de filtros y retoques fotográficos, a veces no sabemos bien si estamos ante poros normales o poros dilatados, sobre todo en verano. Y es que hay dos tipos de poros en la cara: los que segregan sudor y los que segregan mayoritariamente grasa para la piel. Los primeros tienden a agrandarse en los meses de más calor.

Vamos a hablar de poros abiertos para referirnos a los de un tamaño superior a la media, muy visibles al mantener una conversación, y vamos a ver cómo cerrar los poros de la cara con una higiene adaptada a cada tipo de piel y edad, con tratamientos naturales y, por último, cuáles son los tratamientos dermatológicos para cerrar los poros.

Por qué se abren los poros de la cara

La piel es una barrera que nos aísla del exterior, pero necesita a la vez una manera de comunicarse con el medio, sobre todo para poder ejercer la función de regulación de la temperatura corporal mediante el sudor. Por eso tenemos poros en toda la piel, aunque los de la cara se suelen ver más.

Como te decíamos, hay poros que se dedican a verter sudor, sobre todo, y otros hacen lo mismo con el sebo. El sebo de la piel es una barrera defensiva frente a agresiones ambientales, si lo producimos en una cantidad adecuada: ni mucho, ni poco.

Poros abiertos en la cara.

Las personas con tendencia a la piel grasa suelen presentar poros más agrandados en el rostro. También puedes ver que tus poros faciales aumentan de tamaño si insisten en utilizar una rutina de belleza que no es la adecuada para ella, sino que ha sido formulada para una piel más seca, de esas que apenas producen grasa y necesitan un aporte externo.

Algunos productos cosméticos a base de silicona parecen camuflar los poros, pero empeoran el problema cuando los utilizamos a diario y vemos el cutis limpio. Es el caso de los primers de maquillaje, formulados para atenuar el volumen de poros dilatados y pequeñas arrugas.

Por último, la causa más común y la más difícil de controlar cuando aparecen los poros dilatados en el rostro es la pérdida de elasticidad. Este problema se debe al envejecimiento biológico de la piel, aunque también a cómo la has tratado desde joven. De nuevo, las pieles grasas presentan una mayor tendencia a la pérdida de elasticidad, frente a la facilidad para que aparezcan arrugas tempranas en las pieles muy secas, siempre que no se cuiden como es debido. Ese es el motivo por el que, a partir de los 45 o 50 años, los hombres suelen tener los poros de la piel mucho más visibles que las mujeres: su cutis es más grueso, más graso y, muchas veces, ha sido menos cuidado.

Poros abiertos desde la adolescencia

En la adolescencia, es frecuente presentar poros abiertos en las zonas próximas a la nariz y en el mentón. Estos poros son los encargados de segregar sebo y se suelen descontrolar por la acción de hormonas como los estrógenos y la testosterona.

Estas hormonas también pueden ser causa de un tipo concreto de acné, el acné hormonal, que no solo afecta a adolescentes.

Poros abiertos a partir de los 50 años

A partir de esta edad, es inevitable que la piel no delate tu edad aunque sea un poco. El envejecimiento biológico es el debido al paso de los años, y a este se le suma otro mucho más severo: el del exposoma o la suma de todas las demás cosas que dañan la piel. El envejecimiento biológico es inevitable, aunque la genética tiene bastante que decir en cómo se ve nuestra piel desde fuera.

Una de las formas de saber qué años tiene una persona madura es fijarnos en su cutis cuando está limpio. Puede haber arrugas o no, pero la piel habrá perdido elasticidad con respecto a los 25 años y, por tanto, los poros van a ser más visibles.
No importa si la persona se ha realizado retoques estéticos, la única manera de poder camuflar esto es recurrir a algunos tratamientos de cabina que logran restaurar las fibras de colágeno y de elastina y haberse cuidado muy bien (hidratación, protección solar y dieta rica en antioxidantes) desde la adolescencia.

Rostro con poros abiertos.

Cómo prevenir los poros dilatados

Mantener una buena rutina de cuidado de la piel es la mejor manera de prevenir los poros abiertos. No tienes por qué usar muchos productos, basta con un limpiador y una hidratante, junto con el filtro solar cuando te expongas al sol. Sencillo, ¿verdad?

Zonas conflictivas

Las zonas conflictivas del rostro cuando hablamos de puntos negros suelen ser nariz, mentón y la región de las mejillas cercana a las aletas nasales. Es ahí donde debes fijarte bien, tu piel debe quedar limpia, sin brillos, pero también sin sensación de picor o tirantez en el resto del cutis.
Tu producto de limpieza puede ser un gel limpiador suave, agua micelar o una emulsión. Incluso, si te atreves con más pasos, un aceite, cuyos restos retires en un segundo paso con gel o jabón.

Pero estas zonas van a necesitar un poco más de atención. Un poro limpio es ópticamente más pequeño y, si hablamos de los de la nariz, tan propensos a presentar puntos negros, al asegurar la correcta limpieza evitamos que ese poro se vaya dilatando por la presión ejercida por restos de piel muerta o sebo.

Entonces, exfoliar con suavidad estas zonas conflictivas ayuda a barrer impurezas acumuladas. ¿Cada cuánto tiempo conviene exfoliar? Eso depende de tu piel y del producto que elijas. En principio, úsalo cuando notes tu piel muy apagada o que los poros empiezan a taponarse. Si son dos veces a la semana está bien, y si solo necesitas exfoliar una vez al mes, también. Recuerda que hoy hablamos solo del problema estético de los poros abiertos.

Según tu tipo de cutis

  • Si eres mujer. Necesitas cuidar la hidratación y no abusar de productos fuertes, ni para la limpieza, ni para la exfoliación. Tu piel es más fina que la del varón y, con la edad, se irá afinando todavía más.
  • Si eres hombre. Seguramente necesites un limpiador para cutis mixtos o grasos. Si te afeitas a diario, inclúyelo en tu rutina y despreocúpate. Pero, si luces barba o perilla, no olvides cuidar la higiene de todo el rostro, tanto las zonas con vello facial como las que no lo tienen. Es posible que necesites un limpiador en gel especial para barbas, aunque un gel limpiador neutro o suave, como los que usan los bebés, no va a dañar tu vello facial y puede ser suficiente.
    Sin embargo, si tu piel es grasa o tienes tendencia a que los vellos se enquisten, lo mejor es pedir consejo a tu barbero sobre qué limpiador es mejor para ti.

Poros abiertos en la nariz: ¿siempre son puntos negros?

Si alguna vez te has hecho una limpieza facial en cabina, con vapor, habrás visto que en la nariz te quedan unos poros muy abiertos, donde antes había puntos negros. Esos poros no llegan a cerrarse por completo. Entonces, ¿son poros o son otra cosa?

Son poros, en efecto, donde se expulsa sebo. El sebo es una grasa más o menos sólida a temperatura ambiente. Ahora piensa en el poro como en un cilindro estrecho o un tubito rodeado de piel. La piel se renueva y hay células que se desprenden. Si esto pasa dentro del cilindro, no es fácil que salgan solas. Y si ese tubito ya está un poco obstruido por sebo, el punto negro está asegurado.
Por cierto, lo que ves oscuro en los puntos negros no es suciedad como tal, sino el resultado de la oxidación de esa mezcla de sebo y células muertas.

Volviendo a los poros dilatados en la nariz, si evitas que los puntos negros sean muy gruesos, los poros no se van a dilatar tanto. A largo plazo, cuando tu piel se vuelva más seca por la edad, lo vas a notar mucho. Mientras tanto, tu nariz va a verse más limpia y con menos rojeces. Todo son ventajas.
No necesitas recurrir a una limpieza profesional, basta con ser constante con tu rutina.

Rostro con los poros abiertos.

Cómo cerrar los poros de la cara

Hay trucos para cerrar un poco los poros abiertos, aunque debes tener claro que no es posible revertir por completo el problema.

Cerrar los poros de la cara naturalmente

Si hace mucho calor o acabas de hacer ejercicio, limpia tu cara con agua fría. Esto será suficiente para que los poros dejen de estar trabajando a destajo para expulsar sudor y rebajar la temperatura.

También puedes utilizar un tónico ligeramente astringente, en caso de tener un problema de piel grasa. Aplícalo con los dedos limpios o a toque con un algodón, justo tras la limpieza de la mañana y de la noche.

Por último, acostúmbrate a retirar todo lo que dificulte la transpiración de tu piel cuanto antes. El maquillaje es mejor eliminarlo al llegar a casa, y sin lugar a dudas lo mismo sucede con el protector solar cuando ya no lo vas a necesitar. Tras un día al aire libre, al regresar o llegar a casa, toca una limpieza adicional del cutis, con tu gel habitual o con agua micelar, sin más.

Cerrar los poros de la cara con tratamientos estéticos

Los tratamientos de radiofrecuencia y algunos con láser consiguen devolver parte de la elasticidad perdida a la piel. Si los utiliza una persona con poros muy dilatados por pérdida de elasticidad, no por falta de higiene, va a notar una mejora en su aspecto y los resultados se van a mantener durante meses.

No son la solución definitiva y, por su coste económico, te recomendamos que pienses en ellos solo si hay algo más que te gustaría corregir: pequeñas arrugas si eliges la radiofrecuencia o manchas de pigmentación en el caso del láser.

Los poros dilatados en el rostro no indican mala salud en la piel, aunque sí puede delatar poco cuidado en la juventud o el uso de productos no ideales para las rutinas de mañana y noche. Afectan tanto a hombres como a mujeres, y suelen ser más problemáticos durante la adolescencia y a partir de los 50 años. También se notan más en personas con cutis grasos, si no esmeran la higiene del rostro.

Los puntos negros de zonas como la nariz contribuyen a ir dilatando los poros abiertos por efecto de la presión. Mantenerlos bajo control te ayudará a que tu piel se vea más uniforme y cuidada. Puedes cuidar tu piel y mantener el tamaño del poro dentro de unos valores normales con tratamientos naturales o, si ya tienes cierta edad o un cutis muy castigado ayudándote de tratamientos dermatológicos profesionales.