Impuesto de circulación

Conoce todo lo indispensable sobre el impuesto de circulación

En múltiples conversaciones informales, se puede escuchar acerca de la cantidad de gastos que se deben afrontar si se tiene un vehículo en posesión.

Uno de estos gastos es el impuesto de circulación, necesario para poder poner un vehículo en la vía pública y transitar legalmente con él. Si se quieren evitar problemas legales y mantener en regla nuestro medio de transporte, es recomendable mantenerse lo más informado posible acerca de este requerimiento legal. Es de gran interés conocer la definición exacta de este impuesto, así como tener en cuenta las consecuencias que se pueden afrontar en caso de no cumplirlo.

Qué es el impuesto de circulación

El impuesto de circulación, conocido también como IVTM, impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, sello o viñeta, es un documento oficial que autoriza a un vehículo a transitar por las vías públicas y que afecta a todos los vehículos a motor.

Es emitido por la autoridad competente de cada país y contiene información detallada sobre el vehículo y su propietario, por lo que es de exclusivo uso para cada vehículo en particular y no sirve para otros. Este documento es obligatorio para todos los automóviles y motocicletas que circulan por las carreteras en nuestro país.

En España, el impuesto de circulación es emitido y gestionado por los ayuntamientos de cada municipio. Cada ayuntamiento establece las normativas y tarifas correspondientes al impuesto de circulación, así como los plazos y formas de pago. Dicho pago debe realizarse en el ayuntamiento que pertenezca al domicilio que conste en el permiso de circulación del vehículo, y tiene que ser renovado anualmente.

A qué vehículos les corresponde pagar el impuesto de circulación

Este impuesto debe ser pagado en España por todas las personas que sean propietarias de vehículos de motor, ya sean particulares, empresas o entidades públicas.

En este grupo se incluye a propietarios de coches, motocicletas, camiones, furgonetas, autobuses y cualquier otro tipo de vehículo sujeto a este impuesto. No importa si el vehículo se utiliza para uso personal o comercial, el impuesto de circulación debe ser abonado por todos los propietarios registrados.

Los patinetes eléctricos o las bicicletas, por ejemplo, no necesitan pagar este impuesto al no considerarse motorizados, siempre que cumplan con la normativa.

Cómo y dónde se puede pagar el impuesto de circulación

Los contribuyentes van a gozar de cierta flexibilidad a la hora de poder cumplir con esta obligación, dado que existen diversas formas y diferentes lugares en los que poder hacerlo.

Para los usuarios más tradicionales existe la posibilidad de ir a la oficina municipal directamente y abonar el importe, mientras que también está la opción de pagar el impuesto de circulación por internet. Vamos a detallar los métodos disponibles a continuación:

Pago presencial en oficinas municipales

Una opción común es realizar el pago directamente en las oficinas municipales correspondientes. Para ello, debes seguir estos pasos:

  1. Dirígete a la oficina de tráfico o tesorería de tu municipio.
  2. Presenta la documentación requerida, que generalmente incluye el documento de identidad del propietario y el certificado de registro del vehículo.
  3. Abona el impuesto según las tarifas establecidas por el municipio.

Pago por internet

La modernización de la burocracia va consiguiendo adaptarse a la era digital, por lo que cada día más municipios ofrecen la opción de pagar el IVTM a través de sus portales web. Este método es el que más tiempo te ahorrará y es fácil de usar:

  1. Accede al portal web de tu ayuntamiento.
  2. Localiza la sección de trámites o servicios relacionados con vehículos.
  3. Sigue las instrucciones para completar el pago en línea de manera segura.
  4. Una vez realizado el pago, asegúrate de guardar el comprobante como prueba de cumplimiento.

Pago por domiciliación bancaria

Otra alternativa es establecer la domiciliación bancaria del impuesto. Esta opción permite que el pago se realice automáticamente desde tu cuenta bancaria en las fechas de vencimiento. De esta manera, no tendrás que preocuparte periódicamente por su renovación.

  1. Solicita en tu ayuntamiento la domiciliación del impuesto de circulación.
  2. Proporciona los datos bancarios necesarios para el cargo automático.
  3. Verifica que la domiciliación se haya establecido correctamente y que los pagos se realicen puntualmente.

Cuál es el precio del impuesto de circulación

El importe del permiso va a variar según el tipo de vehículo, su cilindrada, su año de fabricación, las emisiones de CO₂ que produzca y otros factores. No es posible, por tanto, dar una cifra exacta de su valor. Como se ha visto, las tarifas suelen ser establecidas por cada municipio y pueden ser consultadas en las ordenanzas fiscales correspondientes. Es importante revisar esta información antes de realizar el pago para evitar sorpresas desagradables.

Si te preguntas hasta cuándo se puede pagar el impuesto de circulación, el plazo varía según los municipios de igual manera que el precio, dado que los ayuntamientos tienen esta competencia.

Por lo general, este impuesto se suele abonar anualmente y en muchos casos, el período de pago del impuesto de circulación suele ser a principios de año, con fechas de vencimiento que pueden situarse entre los meses de enero y abril.

No obstante, para no caer en ninguna equivocación, lo mejor es que consultes la información aportada por cada municipio a fin de no incurrir en ningún error que pueda acarrear recargos por pagos tardíos. Puedes contactar directamente con tu ayuntamiento para obtener información más actualizada y saber cuándo se paga el impuesto de circulación con exactitud.

Qué pasa si no se paga el impuesto de circulación

En caso de no cumplir con esta obligación, las consecuencias van a ser las siguientes:

  1. Multas y recargos que pueden hacer aumentar significativamente la deuda pendiente.
  2. Inmovilización del vehículo por parte de las autoridades que impedirá su circulación hasta que la situación tributaria sea regularizada.
  3. Embargo del vehículo en casos extremos de deuda sin pagar, como forma de garantizar el pago del impuesto y las multas asociadas. Esto implica que el vehículo podría ser confiscado y subastado para cubrir la deuda.
  4. Restricciones en otros trámites administrativos, como la transferencia de propiedad o la baja del vehículo en caso de venta o baja definitiva.

No pagar el impuesto de circulación puede causarte graves consecuencias legales y financieras como propietario del vehículo. Es importante cumplir con esta obligación tributaria dentro de los plazos establecidos para evitar problemas y sanciones.

Este permiso no solo es un requisito legal, sino que también contribuye al mantenimiento de las infraestructuras viales y a la prestación de servicios relacionados con el transporte. Al pagar este impuesto de forma regular, estamos contribuyendo al funcionamiento adecuado de las carreteras y demás vías públicas.

Ya hemos revisado con detalle todo lo relacionado con este requisito fundamental a la hora de poder transitar de manera legal con nuestro vehículo por cualquier vía pública del país. Con el objetivo de no incurrir en ninguna irregularidad, es importante mantenerse informado acerca de las características de este impuesto en el lugar concreto en que cada usuario vaya a pagarlo, ya que corresponde a los municipios establecer toda su normativa de precios y plazos.

Ahora que ya conoces cuándo se paga el impuesto de circulación, cuánto puede costar, las diferentes formas de abonar ese importe y las consecuencias que afrontarás si no lo haces, ya solo te falta ponerte a ello y empezar a circular con tu vehículo.