¿Las ópticas de tu vehículo ya no lucen como antes y quieres saber cómo pulir los faros del coche para lograr los mejores resultados? En ese caso, estás en el sitio adecuado: sigue leyendo para conocer qué opciones tienes para conseguirlo y podrás completar la limpieza de tu coche para dejarlo como nuevo.
Índice de contenidos
Cuándo y por qué debes pulir los faros del coche
Es necesario pulir los faros del coche cuando empiezan a mostrar los primeros signos de deterioro, algo que afecta directamente a la visibilidad nocturna en carretera.
Las principales señales de degradación son los que siguen:
- La cubierta de protección ya no es totalmente transparente sino traslúcida.
- La cubierta comienza a adquirir una coloración amarillenta.
- En la cubierta protectora se observan zonas rayadas o que parecen estar descascarilladas.
¿Y por qué es más que aconsejable pulir los faros si observamos uno o varios de esos defectos? Pues por varias razones de índoles bien distintas:
- Para restituir la eficiencia lumínica de las ópticas.
- Para cumplir la normativa de tráfico, que especifica que los faros han de estar en perfecto estado de conservación y que no pueden suponer un riesgo que afecte al conductor o al resto de usuarios de las vías públicas.
- Para evitar la posibilidad de que el vehículo no supere la ITV, a causa de una baja intensidad lumínica o de deficiencias en el haz de luz proyectado.
- Para mejorar notablemente la estética de un vehículo usado, algo que redunda directamente en el precio que se puede obtener por él cuando se pretende venderlo.
Cómo pulir los faros del coche
Al buscar cómo pulir los faros del coche, generalmente, encontramos tres opciones disponibles. De ellas, la más económica es recurrir a un procedimiento para pulir faros de coche casero. En este caso, se pueden emplear dos productos de uso cotidiano y precio muy reducido.
Pulido de los faros con pasta de dientes o bicarbonato
Uno de los productos más usados para pulir los faros del coche de forma casera es el dentífrico. Este producto tiene propiedades abrasivas que ayudan a eliminar las impurezas y a restaurar el brillo original de los faros.
Para intentar hacerlo, solo tenemos que aplicar una capa de pasta de dientes sobre los faros y frotar con un paño o una esponja húmeda. Después, enjuagamos con agua limpia y secamos con otro paño.
Aclaramos que el pulido obtenido de esa forma es muy liviano, por lo que lo más habitual será que tengamos que repetir la operación varias veces hasta que obtengamos un resultado aceptable.
Otra opción que solemos encontrar al buscar cómo pulir los faros del coche de forma casera es el bicarbonato de sodio. Este producto tiene un efecto similar al dentífrico, pero es bastante más abrasivo.
Para usarlo, tenemos que mezclar una cucharada de bicarbonato con un poco de agua hasta formar una pasta. Luego, aplicamos la pasta sobre los faros y frotamos con un paño o una esponja húmeda.
Finalmente, enjuagamos con agua limpia y secamos con otro paño. Aunque el procedimiento de pulido es más rápido que con el dentífrico, también es más alto el riesgo de dañar las ópticas.
Con un kit para pulir faros de coche
Si lo que queremos es obtener el mejor resultado y evitar cualquier riesgo, la solución más práctica y segura es utilizar un kit de pulido. Estos kits están pensados para aquellos que buscan aprender cómo pulir los faros del coche de forma eficaz, y suelen incluir una o varias lijas y/o discos de pulir, una pasta abrasiva especial para faros y un sellador protector que, además, restaura el brillo de las ópticas.
El precio de un kit de pulido de faros de coche es variable, en función de su calidad y de los componentes incluidos en el pack. En el mercado, podemos encontrarlos por precios aproximados de entre 15 y 30 euros.
El proceso de pulido con un kit consta de los siguientes pasos;
- Se lavan a fondo los faros con agua y jabón, a fin de eliminar la suciedad superficial y desprender las partículas sólidas incrustadas.
- Se protegen las zonas de carrocería colindantes a los faros con cinta adhesiva, para evitar dañar esas zonas con la lija o con el sellador protector.
- Se pulen los faros con movimientos circulares y suaves, hasta eliminar totalmente las opacidades, rayas o descascarillados.
- Se limpian los restos de pulimento con un paño húmedo y se secan los faros.
- Si el resultado es óptimo, se aplica el sellador protector, siguiendo las instrucciones del fabricante del kit de pulido de faros.
En caso de que aún se observen deficiencias tras pulir, no se aplica el sellador, sino que se repite el proceso de pulido hasta que los resultados sean óptimos.
Evidentemente, la pericia y el máximo cuidado en la aplicación del sellador son imprescindibles para que los faros recién pulidos vuelvan a mostrar un aspecto brillante e impecable.
La opción más cara: servicio profesional de detallado de vehículos
La última opción ya no es casera: se trata de llevar el vehículo a un establecimiento de detailing profesional o a un carrocero que disponga de útiles específicos para el pulido de faros.
Las ventajas de esta alternativa son dos:
- Un aspecto estético inmejorable.
- La recuperación total de la capacidad lumínica de los faros.
Pero no todo son ventajas a la hora de delegar en un profesional la operación de pulido de faro. Esta última alternativa tiene el inconveniente del precio.
¿Y cuánto cuesta pulir los faros del coche en un establecimiento especializado? Pues la respuesta correcta es que varía (y mucho) en función de la superficie de los faros, su forma constructiva y su nivel de deterioro.
A modo de ejemplo, para dos faros de formas sencillas, pequeño tamaño y con poco deterioro la operación ronda los 60-80 euros. En el otro extremo, el pulido de dos ópticas muy deterioradas, grandes y de diseño complejo puede superar los 200 euros.
Ahora ya sabes cómo pulir los faros del coche de forma casera y sin necesidad de realizar un gasto cuantioso. Añadimos que con un buen kit de pulido, pericia y paciencia, los faros pueden volver a lucir como si fueran prácticamente nuevos. Pero si te falta alguna de esas tres cosas, quizá la solución más razonable sea que eches mano a la cartera y pongas los faros dañados en manos de un profesional.
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