Saber cómo escribir una canción es algo que implica conocer una serie de cosas como su estructura o los diferentes estilos que existen. Y eso es precisamente lo que queremos contarte en los próximos párrafos.
Aunque es lógico que tengas muchas ganas de empezar a componer música, ya verás que merece la pena sumergirse antes en la parte teórica para tener claros todos los conceptos.
Y es que tener claro todo esto, aunado a ciertos consejos que también te daremos, hará que el proceso de escribir canciones resulte mucho más agradable y que todo fluya mucho mejor permitiendo que te centres en dejar salir tu inspiración.
Índice de contenidos
Imprescindibles para saber cómo escribir una canción
Antes de saber cómo componer una canción hay algunas cosas que conviene conocer. Vamos a verlas. Una vez que la tengamos estructurada tendremos ya el camino libre para empezar a componer música con una base sólida.
¿Qué estructura debe tener una canción?
Son innumerables las canciones que hemos escuchado a lo largo de nuestra vida. No hay duda de que cada una de ellas es única, pero todas contienen unas estructuras que se repiten.
Aunque esta puede variar, la estructura básica de una canción generalmente contiene una introducción, un estribillo, un coro, un puente y el final. El coro y el verso son las principales secciones.
En cuanto al puente, este se usa para que se cree una variedad mientras que se va conduciendo todo a la sección final. También existen otros elementos adicionales que puede incluir la canción como interludios o solos de instrumentos, entre otros.
Veámoslo con algo más de detalle:
Partes básicas para estructurar una canción
Estas son las partes que constituyen la base de una canción. Algunas de ellas pueden combinarse en diferente orden.
- Introducción: tal y como su nombre indica, es el inicio de la canción. En ella se desvela lo que nos ofrecerá el tema: tempo, estilo, tonalidad e instrumentalización. Es por ello que muchas veces podemos adivinar de qué canción se trata con solo oír los primeros compases.
- Estrofa: la parte en la que generalmente se explica la «historia» de la canción (por ejemplo, cuáles son sus personajes y dónde y cuándo ocurre esta). No se suele centrar la energía en ella. Es mejor esperar al estribillo para llegar a la parte impactante.
- Pre-estribillo: a grandes rasgos, podemos decir que se trata de una parte más del estribillo que está destinada a introducirlo a la vez que sirve como transición entre este y la otra estrofa, logrando de ese modo una especie de tensión que permitirá al estribillo ese estallido que está destinado a hacerlo memorable.
- Estribillo: podríamos decir que es el gran protagonista de la canción y que las demás partes están a su servicio. Es donde generalmente se concentra la carga de energía de la canción, el tramo más pegadizo y la parte del texto que mejor define el sentido del tema.
- Puente: conocida también como parte C o cambio, la parte del puente nos ofrece la posibilidad de agregar nueva información a la canción. Por ejemplo, un nuevo ritmo o melodía o elementos adicionales de la historia. Entre otras cosas, supone una forma de darle una vuelta al estribillo para que suene más fresco e interesante. Suele aparecer después del segundo estribillo.
- Final: las formas en las que se finaliza la canción pueden ser varias. Es frecuente que sea una repetición de la introducción, nuevos elementos para la canción o sencillamente el estribillo repetido varias veces hasta que va desvaneciéndose (esto es conocido como Fade Out).
Los estilos y sus características
Los estilos son muy variados, y evidentemente cada uno tiene sus características y particularidades. Aunque hay muchas variantes y una clasificación académica en función de factores como la melodía, el ritmo, la finalidad de la obra o los instrumentos que se usan, hay géneros más populares que otros.
Vamos a ver cuáles son y algunas de sus principales características:
- Tango: Tiene melodías binarias y pertenece al folclore de Argentina. En él tiene un gran protagonismo el bandoneón.
- Ranchera: estilo profundamente mexicano estrechamente ligado tanto a la guitarra como al mariachi.
- Metal: uno de los estilos más potentes en cuanto a sonido que tiene su base en el Rock & Roll.
- Copla: típicamente española. Tanto, que también es conocida como «Canción española».
- Salsa: el resultado de la fusión de diversos ritmos caribeños. Muy popular y bailable.
- Fado: un género folclórico típicamente portugués. Se destaca por la melancolía de la melodía, así como por la profunda emoción de la voz que la interpreta.
- Country: letras costumbristas y una fusión de diferentes músicas folclóricas procedentes de Estados Unidos.
- Rock: en él destacan la batería, el bajo y la guitarra eléctrica. Su base es el Rock & Roll.
- Soul: diversos ritmos ligados a la cultura afroamericana.
- Cumbia: un ritmo que procede del folclore de Colombia y Panamá y que tiene elementos de las vertientes culturales europea, africana e Indígena.
- Música disco: estilo surgido en los 70 en discotecas y fiestas del New York de la época.
- Música pop: melodías y ritmos ligeros. Sus estribillos son pegadizos y las composiciones generalmente simples y con una estructura que se repite.
- Rock & Roll: populares ritmos con característicos bailes en pareja que se caracterizan por su energía y rapidez.
- Bossa nova: resultado de la fusión el jazz y la samba con un gran protagonismo de la guitarra y el piano.
- Punk: su nacimiento estuvo claramente unido al movimiento contracultural. Se caracteriza por su ritmo enérgico y rápido.
- Hip Hop y Rap: la aparición de estos estilos supuso toda una revolución en el mundo de la música. Estos temas constan de letras rimadas con una base (o beat).
- Reggae: de origen jamaicano, tiene también raíces africanas y se asocia a la cultura rastafari.
- Flamenco: folclore originario de Andalucía que entronca con otros estilos como el cante jondo.
- Blues: nacido a finales del siglo 19 en Estados Unidos, tiene en su esencia la fusión de himnos religiosos con el lamento en forma de grito del pueblo negro que era explotado en las sureñas plantaciones de algodón. Una de sus principales señas de identidad es que no se basa en partituras de forma estructurada.
- Jazz: este género surgió a finales del siglo 19 en Nueva Orleans (Nueva York) entre la comunidad afroamericana. En él destacan el saxofón, la trompeta y el piano.
- Electrónica: música creada con instrumentos electrónicos y digitales y otras tecnologías. Un género moderno con ritmos fuertes.
- Merengue: uno de los géneros musicales más populares en Latinoamérica. Proviene de República Dominicana.
- Balada romántica: melodías lentas de corte romántico.
- Reguetón: popularísima mezcla de música electrónica con diversos ritmos latinos compuesta para el baile.
- Samba: un género estrechamente unido al carnaval brasileño y a la danza. Se basa en una mezcla de ritmos africanos y europeos.
Temas más frecuentes a la hora de componer una canción
Seguramente venga a tu mente más de un tema que trata de estos aspectos que veremos a continuación. Pero esto no significa que todo esté inventado. No olvides que siempre puedes darle tu toque personal a cualquiera de ellos por muchas veces que hayan sido tratados.
La familia
Son muchos los temas que podemos tocar a la hora de transmitir ese sentimiento familiar. Por ejemplo, una canción dedicada a padres o madres, a hermanos o hermanas, a lo que nuestros abuelos hicieron por nosotros o también algo que deje salir sentimientos adversos o tristes como el que se experimenta al estar lejos de los nuestros o los sufrimientos que implica tener una familia tóxica.
Existen una gran cantidad de conflictos sociales que merecen un buen tema reivindicativo o que sirva como vehículo de expresión. Las injusticias políticas y sociales, la soledad, la pobreza o los conflictos en las relaciones son solo algunos de ellos.
Amor y desamor
Pocas cosas hay tan inspiradoras como el amor. Los amores de juventud, los que han producido un flechazo, los que se han perdido, los platónicos y los correspondidos, así como los temas para declararse o para celebrar esa relación tan especial son una fuente prácticamente inagotable de temas.
También está la otra cara de la moneda: el desamor. Los desengaños, las traiciones, los amores no correspondidos o los perdidos también son magníficos para crear una canción desgarradora.
La amistad
Todo lo que implica la amistad, como los buenos amigos, lo bien que te lo pasas con ellos, una dedicatoria a la amistad o incluso una canción que hable de lo que duele sentir que ya no es lo mismo de antes puede dar lugar a preciosas canciones.
Consejos para escribir tu primera canción
Ahora que ya tenemos claros algunos conceptos, vamos a finalizar con algunos consejos que esperamos que te sirvan como hoja de ruta a la hora de saber cómo escribir una canción.
Ten claro el tema
Parece una obviedad, pero no está de más recordar que no se puede empezar a construir la casa por el tejado. En otras palabras: necesitamos una base sobre la que trabajar. Por eso es fundamental que antes de empezar tengas al menos una mínima idea (que seguro que después va tomando forma) de lo que quieres expresar.
Por supuesto, no nos referimos a que tengas que hacer un guion rígido del que no te puedas salir. Basta con que te plantees bien algunas cuestiones básicas como el tema del que hablarás. Para lograrlo puedes recurrir a tácticas como la «lluvia de ideas» y otras similares.
¿Qué herramientas necesitarás?
Aunque no es preciso que uses todos los instrumentos de entrada, sí que es recomendable que puedas manejarte con soltura con todos. Eso sí, lo ideal es que te decantes por uno en concreto para empezar (el que mejor conozcas y con el que te sientas cómodo).
Una buena manera de iniciarte en el mundo de la composición de canciones es usar la guitarra o el piano. También puedes echar mano de otras herramientas como sintetizadores, baterías o incluso un controlador MIDI.
Letra: sí o no
Lógicamente, también es preciso que decidas si tu composición tendrá letra o no. En caso afirmativo puedes empezar escribiendo libremente lo que te vaya saliendo sin necesidad de que este texto tenga una estructura clara (ya se pulirá después).
Si la inspiración no llega puedes ayudarla utilizando herramientas que encontrarás fácilmente en la red como los diccionarios de ritmos.
Recurre a los ejercicios de composición
Existen una gran cantidad de ejercicios de composición o de creatividad para compositores (en la web tienes muchos) que pueden sacarte de la sequía de ideas y servirte de inspiración.
Algunos de los más eficaces son fijarte en tus canciones favoritas o en algunas que pienses que son especialmente buenas y exitosas para analizarlas e imitarlas (dentro del contexto del ejercicio de creatividad).
Varias canciones mejor que una
Se dice que no hay nada mejor que estar componiendo varias canciones a la vez si se quiere lograr ser bueno en esto. Una vez que empieces, nada mejor que tener siempre una canción en la que ir trabajando (si pueden ser varias mejor que mejor).
Recuerda que ante todo es un aprendizaje. No siempre saldrá todo bien y a veces será preciso darle varias vueltas. Recuerda que se trata de un proceso y que todo se irá agilizando con el tiempo.
Empieza a construir con tus ideas
Puede que ya tengas en mente esa parte de la canción que consideras que va a ser la que enganche o que podría ser la protagonista del estribillo. Pues bien, puedes empezar a decidir ya dónde ponerla. ¿En el estribillo? ¿en el tercer párrafo? ¿Tal vez en la conclusión?
Esto además será un magnífico hilo del que tirar para seguir construyendo tu composición. Es más que probable que una parte te vaya llevando a otras. Todo es cuestión de empezar.
Como habrás visto, saber cómo escribir una canción es algo que abarca una serie de conceptos que conviene tener muy claros.
Esto te ahorrará mucho tiempo y también servirá para que la inspiración te encuentre. Esperamos haberte ayudado a descubrirlos y que estos te sean útiles a la hora de componer tu música. ¡Y un último consejo! Siempre que compongas una canción, recuerda registrarla corractamente.
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