Cómo hacer armónicos en guitarra clásica

Todos los instrumentos de cuerda, entre ellos la guitarra, tienen una característica especial que les permite hacer una cosa llamada armónicos. Es una técnica que ofrece unas posibilidades muy concretas al sonido de la guitarra y que es utilizada por muchísimos guitarristas clásicos en sus composiciones e interpretaciones.

Los armónicos de guitarra son algo a lo que se le suele sacar partido en un estado avanzado del conocimiento del instrumento, pero aprender qué son y cómo hacer armónicos de guitarra desde un primer momento puede ayudar a cualquier músico a comprender mejor las posibilidades de su práctica y todo lo que se puede hacer.

Qué son los armónicos

Un armónico se crea al tocar una cuerda de una manera concreta con la que se busca agudizar el sonido habitual y además añadir una segunda onda de sonido que aporta un mayor brillo a la nota. Se trata, en esencia, de una variación en la frecuencia del sonido habitual de la cuerda.

Se producen al tocar ligeramente una cuerda en un punto concreto de la guitarra. De esa manera, la onda que se produce al crear el sonido se parte en dos, y el sonido cambia notablemente.

¿Y para qué sirven los armónicos en guitarra? En dos palabras: nuevos sonidos. El resultado de utilizar los armónicos es un sonido que casi recuerda a un cristal golpeado suavemente con una cuchara. Combinando esto con otras técnicas y modos de tocar se puede lograr un amplio abanico de recursos con los que crear las melodías.

Hay dos tipos de armónicos principales: los naturales y los artificiales.

Armónicos naturales

Se encuentran de forma natural en la propia guitarra y funcionan cuando se pone el dedo en un traste concreto y se deja vibrar la cuerda completa. Es importante tener en cuenta que no hay que “pisar” el traste como cuando se toca un acorde, sino simplemente apoyar de una manera suave el dedo encima. Además, se apoyará justo encima de la pieza metálica que divide el traste.

Los armónicos naturales de guitarra son de octava, que se logran poniendo el dedo sobre el traste doce de la guitarra. Además hay armónicos de quinta, justo en el traste 7 o en el 19, y de doble octava en los trastes 5 y 24. Hay algunos más pero estos son los más utilizados.

Armónicos artificiales

Los armónicos artificiales de guitarra clásica, a diferencia de los naturales, se pueden crear en cualquier punto del mástil. Para ello hay que realizar un movimiento especial con la mano derecha mientras con la izquierda se pulsa la nota que se desea alterar.

¿Cómo es el movimiento? La fórmula más utilizada implica el uso de dos dedos de la mano derecha, el índice y el anular. Mientras la mano izquierda pulsa la nota (por ejemplo, Do en el traste 1 de la segunda cuerda), la mano derecha pone el índice sobre el traste trece, para crear la octava, y toca la cuerda con el anular.

 

Se trata de un movimiento complejo y que hay que practicar bastante hasta lograr un sonido nítido y definido, pero con un poco de ensayo se podrán lograr excelentes armónicos en guitarra clásica para hacer las delicias de cualquier que te escuche tocar.