Bebida energética y los efectos secundarios

Bebidas energéticas: cuáles son sus efectos secundarios

Las bebidas energéticas y los efectos secundarios relacionados con un consumo habitual de este tipo de productos han estado en el debate público en los últimos años. En la actualidad, incluso existen nuevas regulaciones autonómicas que limitan o prohíben su consumo a los menores de edad.

Pero, ¿todas las bebidas energéticas son malas o solo algunas? ¿Qué está ocurriendo con las bebidas energéticas y los menores? Vamos a analizar qué son estas bebidas energéticas y los efectos secundarios que tienen sobre la salud. Analizaremos las razones que esgrimen los científicos para no recomendar su consumo, especialmente en ciertos colectivos de la población.

Qué es una bebida energética y sus ingredientes

Las bebidas energéticas son bebidas elaboradas con una combinación de ingredientes que prometen al consumidor un efecto estimulante y energizante para estar más despiertos, enérgicos o animados tras su consumo. Se trata de una categoría de bebidas relativamente nueva, ya que llevan pocos años entre nosotros, pero que cuyo consumo se ha disparado en los últimos años.

Estas bebidas energéticas están disponibles en el mercado a través de distintas marcas y fabricantes, lo que permite encontrarlas con una gran variedad de sabores, generalmente diferentes a los que se encuentran en los refrescos carbonatados tradicionales. De esta forma y con tanta variedad de opciones tienen la intención de llegar al mayor número de consumidores posible.

Si hablamos de los ingredientes con los que se elaboran las bebidas energéticas y con los que pretenden dar ese efecto estimulante, la mayoría de ellas incluyen cafeína, taurina, vitaminas hidrosolubles del grupo B, glucuronolactona o inositol, pero muchas de ellas también incluyen otros ingredientes como guaraná, ginkgo o ginseng, en un intento de parecer más naturales o saludables.

Pero uno de los ingredientes principales es el azúcar y derivados del azúcar, así como aromas artificiales para crear el sabor. Muchos de estos ingredientes, como la cafeína o la taurina tienen un verdadero efecto estimulante, pero la realidad es que esa supuesta energía que proporcionan viene más de las grandes cantidades de azúcares añadidos, cuyo consumo excesivo no resulta beneficioso para la salud.

Esta información es desconocida por muchos consumidores, por lo que es necesario conocer bien las bebidas que ingerimos para no perjudicar nuestra salud.

Bebidas energéticas y los efectos secundarios

Las bebidas energéticas y los efectos secundarios

Las bebidas energéticas en la salud son generalmente nocivos y vienen acompañados de multitud de efectos secundarios que sociedades médicas y científicas están alertando a las autoridades para que sean conocidos entre la población y así desaconsejar o invitar a reducir su consumo.

Entre los efectos secundarios más notables de las bebidas energéticas podemos citar los siguientes:

Nerviosismo y ansiedad

Una bebida energética promedio incluye el equivalente al doble de cafeína que un refresco de cola. Si además incluye guaraná la presencia de cafeína se multiplica, ya que contiene hasta cuatro veces más cafeína que el café. De esta forma, el consumo de una lata de unos 33 cl de bebida energética supone el consumo equivalente a 4 cafés. Esto produce en muchas ocasiones nerviosismo, cuadros de ansiedad, palpitaciones, dolores de cabeza e incluso dificultad para concentrarse debido al estado de excitación.

Insomnio frecuente

Con esta cantidad de estimulantes no es de extrañar que el insomnio y las dificultades para conciliar el sueño entre quienes consumen este tipo de bebidas se haya disparado en los últimos años. Estas alteraciones del sueño perjudican el rendimiento, el bienestar y conduce a una situación de decaimiento del ánimo y cansancio crónico que resulta muy perjudicial especialmente en adolescentes en su etapa estudiantil.

Bebidas energéticas

Complicaciones de carácter médico

Las bebidas energéticas incluyen ingredientes muy variados que pueden alterar el funcionamiento y los efectos de ciertos medicamentos en personas con afecciones o enfermedades. No se recomienda su consumo sobre todo en personas con afecciones cardíacas, con problemas gastrointestinales o con problemas de tipo hepático o renal.

Favorecen la obesidad

La gran cantidad de azúcar presente en las latas de bebidas energéticas, que suelen ser de un tamaño de 33 cl o incluso de medio litro, contribuye en gran medida al sobrepeso y a la obesidad en sus consumidores.

Daño en dientes y huesos

Existen estudios recientes que están alertando sobre la influencia del consumo de bebidas energéticas en el sistema óseo. Estos estudios afirman que causan una pérdida de densidad en los huesos, ya que la gran cantidad de cafeína interfiere en la capacidad de los huesos para absorber el calcio que introducimos en nuestro organismo a través de nuestra alimentación. El resultado, unos huesos más débiles y predispuestos a daños y fracturas.

Trastornos en el comportamiento

Aunque los efectos de las bebidas energéticas en el organismo dependen en buena medida de la cantidad de consumo diario o de la sensibilidad de cada persona a sus ingredientes podemos afirmar que, de manera frecuente, afectan al comportamiento de las personas. Su consumo frecuente incrementa la irritabilidad, la impulsividad y la falta de atención, algo que se vuelve especialmente perjudicial en niños y adolescentes.

Por qué no se recomienda ingerir bebidas energéticas

Aunque la prohibición de bebidas energéticas en menores ya es una realidad en algunas partes de nuestro país, para el resto de la población tampoco es una bebida que sea recomendable consumir.

La normalización en la introducción de este tipo de bebidas en nuestro día a día ha llevado a muchas sociedades científicas a desaconsejar su consumo para evitar efectos secundarios perjudiciales como los que hemos visto anteriormente. Además de por sus efectos secundarios conocidos, el consumo de estas bebidas tampoco se recomienda por algo muy importante.

Hablamos de que son bebidas que sirven como puerta de entrada al consumo de alcohol. Un estudio realizado en los Estados Unidos que ha sido publicado en la revista Substance Use & Misuse ha demostrado que existe el doble de probabilidad de tomar alcohol entre los niños y adolescentes que toman este tipo de bebidas a edades tempranas que en quienes no las consumen un año después de iniciar su consumo.

Bebidas energéticas

Otra razón por la que se desaconseja el consumo de bebidas energéticas es por la frecuencia con la que se combinan con bebidas alcohólicas. La combinación de una bebida alcohólica de alta graduación (ron, ginebra, vodka…) con una bebida energética incita a un mayor consumo de alcohol por una razón muy importante: la mezcla de ambas bebidas produce una menor sensación de embriaguez. Esto incita, de manera indirecta, a un mayor consumo de alcohol.

Esto se produce, según investigaciones recientes de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, porque los efectos estimulantes de las bebidas energéticas ayudan a reducir la percepción de intoxicación etílica. Esto provoca un mayor número de comas etílicos y estados de embriaguez extremos que pueden tener consecuencias fatales.

Para finalizar, tampoco se recomienda el consumo de bebidas energéticas en los deportistas. No son bebidas diseñadas para rehidratar el organismo ni para recuperar metabolitos, para ello es recomendable apostar por el consumo de las conocidas como bebidas isotónicas, que no son perjudiciales para salud y que sí favorecen la rehidratación del organismo tras la práctica de cualquier deporte.

Como puedes comprobar, las bebidas energéticas y los efectos secundarios que provocan no son algo que podamos obviar. La prohibición del consumo en niños y adolescentes y los distintos estudios científicos recientes están contribuyendo a una mayor concienciación social acerca de la importancia de consumirlas de manera controlada y esporádica.