El primer mes del año siempre es un buen comienzo para plantearse nuevas metas y propósitos. Cuidarse a uno mismo y darle a su piel lo que necesita no solo es un objetivo excelente dentro del ámbito del autocuidado, sino que también proporciona un momento diario de paz y tranquilidad dirigida a uno mismo.
Si quieres descubrir todo lo necesario sobre el skincare, sigue leyendo. Al acabar este artículo, serás capaz de realizar una rutina de skincare personalizada y adaptada a tus gustos y necesidades.
Índice de contenidos
Skincare, ¿qué es?
Comencemos por lo más importante, la definición de un término ampliamente utilizado en la actualidad tanto en redes sociales como en revistas de moda y belleza: skincare, ¿qué es? A grandes rasgos, este término hace referencia al cuidado de la piel. La rutina de skincare consigue mantener la piel saludable, lo que, en consecuencia, también proporciona un aspecto más sano, descansado y joven.
Para conseguir resultados óptimos, es muy importante elegir las cosas de skincare que mejor se adaptan a las necesidades de tu piel, y organizar una buena rutina en la que el orden de productos skincare se realice de la forma adecuada.
Cómo hacer una rutina de skincare
Para cuidar de la piel de forma adecuada, es necesario realizar cada uno de los pasos en su orden correcto, ya que así los tratamientos de la piel son más efectivos y no se desaprovechan los productos. Los pasos principales a la hora de hacer una rutina de skincare son los siguientes:
Limpieza
Este paso es uno de los más importantes, puesto que sin una limpieza adecuada, los productos no penetrarán en la piel y, por lo tanto, no se aprovecharán todas sus propiedades. Los pasos de limpieza a seguir dependerán de tu estilo de vida, tipo de piel y tiempo del que dispongas.
Si sueles maquillarte, lo más recomendable es que realices una doble limpieza. Primero, retira el maquillaje, protector solar y polución del día a día con un desmaquillante de base más grasa como leche, bálsamo o aceite.
En segundo lugar, lava tu cara con un limpiador de base acuosa como un jabón o gel. Con esta doble limpieza, se consigue una piel fresca y sin rastro de productos cosméticos. Ahora, tu rostro está completamente preparado para los siguientes pasos.
En el caso de que no te maquilles, o en tu rutina de skincare matutina, puedes prescindir del primer paso de esta doble limpieza facial.
Exfoliación
Tras la limpieza, una buena exfoliación te permitirá deshacerte de células muertas y exceso de sebo. Este paso no debe realizarse de forma diaria, a menos que te lo haya recomendado un profesional de la piel, ya que puede sensibilizar tu rostro en exceso.
El grosor del grano de tu exfoliante y la frecuencia de su uso dependerán de tu tipo de piel. Por norma general, las pieles secas y sensibles necesitan un grano mucho más fino y no precisan aplicarlo más de una vez por semana.
Tonificación
El tónico ayuda a equilibrar el pH de la piel y la prepara para los siguientes pasos de tu skincare. Hoy en día, existe en el mercado un gran número de tipos de tónicos: desde tónicos purificantes para pieles mixtas y grasas, hasta tónicos calmantes para las pieles más sensibles, pasando por los antioxidantes con propiedad antiedad.
Lo mejor es aplicarlo con suavidad (a menos que sus instrucciones indiquen lo contrario), con la ayuda de un disco de algodón y dejar que se seque en la piel antes de realizar el siguiente paso.
Hidratación: sérum, contorno y crema
El sérum adecuado te permitirá potenciar el efecto de los productos que apliques posteriormente en tu rostro. Este tipo de producto contiene una gran concentración de los ingredientes presentes en su composición y actúa en capas más profundas de la piel, por lo que tu tratamiento facial se verá ampliamente potenciado si comienzas el paso de la hidratación con un sérum que se adapte a lo que tu piel necesita. Extiéndelo con suavidad y no lo apliques sobre el contorno de los ojos a menos que sea un producto específico para ello.
Una vez el sérum se haya absorbido, es el momento de pasar al contorno de ojos. El formato de este producto puede variar. En el mercado, puedes encontrar contorno en tarro, cánula e incluso con punta de metal para ayudar a descongestionar esta zona de tu cara. Aplícalo con pequeños toquecitos con el dedo anular para activar la circulación de la zona sin marcar más las líneas de expresión.
Ahora es el momento de utilizar una buena crema hidratante para prevenir la pérdida de humedad y que tu piel se mantenga elástica y saludable durante todo el día (o la noche). Realiza un suave masaje en tu rostro y no emplees más producto del necesario.
Protección solar
La vitamina D es imprescindible para nuestra salud, pero una exposición excesiva o inadecuada al sol puede provocar problemas de salud, además de un envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de manchas.
Por eso, es tan necesario aplicar protección solar en nuestra piel, sin importar que sea invierno o que esté nublado. Lo ideal es elegir una crema que contenga no solo SPF en función de las necesidades de tu piel según tu edad y sensibilidad, sino también que te proteja de los rayos UV.
Skincare según tu tipo de piel
No todas las pieles tienen las mismas necesidades. Una rutina específica para tu tipo de piel mejorará notablemente su aspecto y, para ello, es necesario conocer sus particularidades y cómo satisfacer las necesidades que surgen de las mismas.
Piel normal
Una piel normal es suave y no tiene imperfecciones ni ningún tipo de afección, aun así necesita ser cuidada para mantener su buen aspecto.
Evita tanto los productos muy aceitosos como los que son demasiado agresivos para no maltratar el pH de tu piel. La rutina básica para este tipo de piel debe seguir los pasos descritos en el apartado anterior, teniendo en cuenta que solo necesita exfoliación y mascarillas una vez a la semana.
Piel seca
Este tipo de piel se caracteriza por tender al enrojecimiento y a la descamación. Para evitar estos síntomas que, además, provocan picor y malestar, hay que prestar especial atención a la hidratación y al mimo con el que se trata la piel a la hora de realizar el skincare.
Son muy recomendables las cremas faciales muy nutritivas que contengan ácido hialurónico para mejorar la elasticidad de la piel. Además, no olvides nunca usar protector solar y aplica una mascarilla hidratante una vez por semana.
Piel grasa
La piel grasa es fácil de reconocer: suele brillar por el exceso de sebo y, en ocasiones, tiene los poros dilatados y tendencia a los puntos negros y espinillas. Lo bueno de esta piel es que suele ser elástica y no tiene tanta tendencia a las líneas de expresión.
Para regular la grasa y evitar las imperfecciones, hay que hacer un hincapié especial en el paso de la limpieza, lo cual no quiere decir que la laves más de dos veces al día, ya que un exceso podría provocar un efecto rebote.
Los productos de limpieza deben ser astringentes y ayudarte a combatir la inflamación. Las cremas deben ser ligeras, fluidas o tipo gel. En cuanto a la exfoliación, puedes realizarla una o dos veces por semana.
Piel mixta
La piel mixta tiene características en común con la piel grasa y con la piel seca. En el mercado, existen productos específicos para piel mixta, pero puede que estos no te aporten lo que necesitas y tengas que aplicar diferentes tratamientos en la zona T (frente, nariz y barbilla), más específicos para piel grasa y otros más dirigidos a piel seca en el resto del rostro. La vitamina B5, el colágeno y el ácido salicílico pueden ayudarte a tener una piel más elástica y unos poros más finos.
Sigue el orden de productos de skincare recomendados en el apartado anterior: lava tu rostro concienzudamente, utiliza cremas ligeras y aplica mascarilla y exfoliante suave una vez por semana.
Piel madura
A cierta edad, el metabolismo de las células se ralentiza y la epidermis demanda de unos cuidados mucho más específicos. La vitamina A, el colágeno y el ácido hialurónico son los grandes aliados de la piel madura.
Ayudan a mejorar su aspecto y reducen las líneas de expresión. Para este tipo de piel, es de vital importancia el uso de un buen protector solar, ya que la exposición al sol puede provocar un envejecimiento prematuro y la aparición de manchas. Además, es especialmente recomendable realizar el skincare tanto por el día como por la noche, utilizando productos específicos. De esta manera, se puede mantener un aspecto saludable y una piel fresca y radiante.
Ahora ya conoces todo sobre el skincare, al igual que te hemos mostrado todas las cosas necesarias para hacerte una rutina por tu cuenta. No obstante, ante cualquier duda con el cuidado de tu piel, lo más recomendable es consultar con tu profesional de confianza.
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