test sibo

Todo lo que necesitas saber sobre el test SIBO: diagnóstico, interpretación y tratamiento

La venta de kits para hacer el test SIBO no para de aumentar porque hay muchísima gente con síntomas compatibles. Es un método de diagnósitico sencillo y bastante fiable, sobre todo si eliges bien el fabricante y sigues las indicaciones al pie de la letra. Este es el problema: no siempre hacemos bien el test en casa.

Para que tengas la información más importante y puedas decidir dónde hacer el test SIBO, en caso de tener curiosidad o sospechas compatibles con la sintomatología asociada al SIBO, vamos a dejarte esta guía. Además, pro si no tienes claro qué es lo que miden estos tests o la importancia de saber si eres uno de los afectados o no, vamos a hablar un poco del propio síndrome, hasta no hace tanto, desconocido.

¿Qué es el SIBO y por qué es importante detectarlo?

SIBO son las siglas de small intestine bacterial overgrowth. En español, lo traducimos como síndrome de sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado.

Se sabía que, muchas veces, molestias digestivas de larga duración se relacionan con una alteración en la flora bacteriana, bien porque una cepa de bacteria desplaza a las otras (son competencia entre sí) o porque todas empiezan a crecer a lo loco. Estas bacterias se alimentan de lo que llamamos sustrato.

Un sustrato puede ser un azúcar simple, uno complejo o fibras fermentables. En todos los casos, para poder metabolizar estos sustratos que recibe con nuestra ingesta de alimentos, deben transformarlos, y las bacterias producen gases.

Si hay muchas bacterias aunque no sean de las que causan enfermedades, puedes sufrir dolor o distensión abdominal, tendencia a la diarrea o al estreñimiento. Es más, se ha comprobado que el SIBO se encuentra detrás de enfermedades crónicas como el síndrome del colon irritable y, tal vez, de otras que no tienen relación directa con la digestión, como la fribromialgia.

Antes de seguir, te aclaramos que al hablar de SIBO nos referimos a un conjunto de casos. Es decir, tu SIBO y mi SIBO pueden tener causas y síntomas distintos. El SIBO y sus síntomas todavía son objeto de estudio, por todos esos posibles síntomas relacionados, como una fatiga sin explicación, que no tienen relación obvia con la digestión.

Al verse la relación entre SIBO y varias enfermedades, aumentaron los estudios clínicos y los resultados son alarmantes: cerca de un 65% de la población adulta tiene SIBO, aunque no todos presenten síntomas. Tener un problema de SIBO supone que, quizás hoy no tengas molestias, pero tal vez comiencen en el futuro, por no hablar de que, a medio o largo plazo, puede afectar a la manera en que tu intestino asimila los nutrientes de los alimentos.

El proceso del test SIBO: ¿Cómo se realiza?

Consiste en tomar distintas muestras del aliento estando con el intestino vacía y tras una preparación previa basada en una dieta específica.

Tú soplas, cerrando bien los labios alrededor de un tubito, y el propio kit realiza mediciones del aire que esperas. La primera es la basal y las siguientes después de tomar un sustrato (en forma de líquido). Repites la medición de gases en el aire que exhalas, repitiendo cada cada 25min, idealmente hasta alcanzar una duración total de 3- 3.5 horas.

Tipos de test SIBO, ¿en qué se diferencian?

El método más fiable para confirmar un caso de SIBO es invasivo para el paciente. Por ese motivo, solemos usar métodos alternativos basados en el aliento que expiras. En ese aliento habrá una serie de gases y, si los haces con las condiciones que te explican en el centro médico o al adquirir el kit, dependiendo de cuánto haya de algunos gases, sabremos más o menos cómo se encuentra tu flora bacteriana.

Vamos a verlo, y también el método más fiable, pero invasivo.

Diagnóstico por aspiración de líquido del intestino delgado

Era la forma inicial de diagnosticar SIBO. En ella un médico, gastroenterólogo, introduce un tubito desde la boca hasta el intestino delgado, estando el paciente en determinadas condiciones de ayuno.

Una vez en el intestino delgado, con el tubo se recoge una cantidad pequeña de líquido de uno o varios puntos, y se analiza.

Entonces sabremos la concentración de cada especie de bacterias por ml, y podemos trazar un perfil. Con la concentración de cada bacteria vemos si hay o no sobrecrecimiento bacteriano, responsable del SIBO y sus síntomas. Con la curva o perfil que trazamos para cada especie, también vemos si hay alguna bacteria, de las beneficiosas o de las otras, que ha proliferado demasiado y se come el alimento o sustrato de las otras.

Los test de aliento

Los tests de aliento son la alternativa no invasiva a la manera antigua de ver si tienes o no SIBO. El método de recolección intestinal se sigue usando en ciertos pacientes, sobre todo cuando interesa mirar más cosas que si sufres o no SIBO. A veces se prescribe tras una cirugía intestinal.

Pero si no necesitas saber una por una qué cepas bacterianas tienes en el intestino, sino cuántas de cada tipo y si hay o no un desequilibrio, un test de aliento es rápido, no invasivo y barato. Aunque te tengas que preparar con una dieta estricta desde unos días antes, la prueba solo tarda unas 3 horas y consiste en soplar por un tubo cada cierto tiempo. Al final soplas entre 5 y 7 veces.

Los test de aliento tienen un pequeño inconveniente: pueden dar falsos negativos en pacientes con ciertas enfermedades recientes o que estén tomando determinados medicamentos, como pueden ser los antibióticos. Un falso negativo significa que el test dice que tu flora intestinal está en los niveles de concentración y proporciones adecuadas, pero en realidad no es así.

Si acudes a un centro clínico autorizado para realizar estos tests, te aseguras un acompañamiento y que te van a realizar una serie de preguntas sobre tu historial clínico y tu estado de salud. Cuando exista riesgo de un falso negativo, te lo van a comentar y, si es suficiente, te van a citar para más adelante, al cabo de 2-3 semanas, cuando sí cumplas los requisitos para que la prueba sea fiable.

Dentro de los test de aliento, el más común es el test de aliento de hidrógeno, H2. Sin embargo, un test completo debería medir el hidrógeno H2, el metano CH4 y el dióxido de carbono CO2.

Pero, ¿por qué medimos el aliento?

Cuando espiras aumenta el contenido en CO2, pero el H2 y el CH4, a grandes rasgos, no debería variar del valor medido en el aire inspirado. Sin embargo, si analizamos concentraciones muy bajas, las ppm (partes por millón), sí hay un leve incremento y va variando con el tiempo. No será el mismo a los 30 minutos de ingerir un sustrato o alimento para las bacterias de tu intestino que al cabo de 1 h o de 2h.

Para poder tener resultados fiables, necesitamos saber qué están comiendo esas bacterias, y por eso te pedimos hacer la prueba tras una dieta determinada de unos días y habiendo consumido solo agua desde el día anterior. Tu microbiota bacteriana no puede estar haciendo su propia digestión de otras sustancias, porque nos fastidia la fiabilidad de este test no invasivo. Nadie es perfecto.

Una vez sabemos qué vamos a dar de comer a tus bacterias intestinales y en qué concentración, te pedimos que ingieras un poco de líquido dulce. Será agua con lactulosa, lactitol o glucosa (mejor los dos primeros, y la cantidad estándar son 10 gramos). Y ya solo nos queda ir midiendo cómo varía tu aliento a medida que ese sustrato o alimento para las bacterias va atravesando tu intestino.

Preparación para el test SIBO: Consejos y recomendaciones

Una vez has decidido dónde hacer el test de SIBO, en un centro médico, en la consulta de un nutricionista o en tu propio hogar, tienes que seguir las pautas que acompañan a cada kit de pruebas. Dependiendo del fabricante y de la sensibilidad del test, y también de los sustratos que vayas a ingerir, puede haber pequeñas diferencias.

Vamos a ver unos consejos generales:

  • Acude en ayunas de al menos 12 horas y sin fumar. Es mejor hacer la prueba en horario de mañana. Este ayuno no se altera si tomas un poco de agua, aunque es mejor intentar hacerlo completo, el de las 12 horas.
  • Sin haber tomado antibióticos un mes antes del día de la prueba y sin haberse aplicado enemas desde 5 días antes.
  • Suspende cualquier laxante, probiótico, prebiótico o procinético desde, por lo menos, los 2 días previos a la fecha de realización de la prueba.
  • Enjuaga bien la boca con un colutorio antiséptico la noche antes de la prueba. Siempre vamos a intentar alejar el riesgo de falsos negativos, pero también de falsos positivos (son mucho más raros).
  • Consulta al pediatra en caso de querer realizarlo a menores de 12 años. Esta prueba no está recomendada en menos de 5 años de edad.
  • 24 horas antes de la prueba puedes comer huevos, arroz blanco, carne o pescado, café, té o infusiones sin azúcar. Sobro lácteos, sería mejor limitarse al yogur o la mantequilla, y eso suponiendo que no exista intolerancia a la lactosa.
  • Evita, desde 24 horas antes de la prueba, los productos azucarados o con fibra, las patatas, frutas y verduras. También los refrescos, bebidas alcohólicas y los embutidos elaborados.

Cómo tratar los síntomas del SIBO

El tratamiento del SIBO, con síntomas o sin ellos, debe ser multidisciplinar, en la inmensa mayoría de los casos.

Tratamiento inicial con antibióticos

En pacientes que comienzan a sufrir SIBO tras una cirugía intestinal o una prueba como puede ser una endoscopia, se suele probar primero con un ciclo de antibioterapia. Esto también es el primer paso en muchos otros pacientes, con síntomas, especialmente si vemos un exceo de bacteria en general y no solo de un tipo concreto.

Sin embargo, por sí solo, el tratamiento con antibióticos rara vez es suficiente. Lo que hace es prepara el terreno, barriendo bacterias, para ayudarnos a que la flora se recupere como debería suceder en un intestino sano, lo que nos lleva al siguiente punto.

Dieta adaptada y apoyo nutricional

Los pacientes con SIBO deben seguir una dieta baja en fermentables, parecida a la recomendada para las personas con síndrome del colon irritable. Pero, además, necesitamos suplir las posibles carencia nutricionales que puede originar el SIBO, incluso adelantarnos a ellas.

Por ejemplo, hay personas que sufren anemia a causa de alteraciones en su microbiota intestinal, mientras otras pueden tener falta de vitamina B12, dando pro sentado que llevan una dieta equilibrada.

Algunos pacientes se recuperan mejor si también introducen ciertos probióticos, siguiendo la pauta que le de su nutricionista o el gastroenterólogo. Estos probióticos se venden en farmacias o herboristerías, pero es importante saber cuál necesitas, si es este tu caso. La idea es aportar solo esas bacterias que no consiguen imponer su presencia como deberían, porque hay otras comiendo su alimento, por el motivo que sea.

Las personas a quienes el SIBO les produce diarreas frecuentes, seguramente necesiten de más suplementos nutricionales, mientras que quienes lo padecen con estreñimiento, podrían beneficiarse de algunos compuestos pensados para facilitar la movilidad intestinal sin causar gases o irritar las paredes del intestino delgado.

Psicoterapia, si el estrés es uno de los responsables de tu caso

No son pocos los casos en los que el SIBO se vuelve rebelde o empeora a causa de estrés no controlado o de ciertos problemas emocionales. Lo mismo que sucede con el síndrome del colon irritable, les pasa a muchos otros pacientes y todos tienen en común el dichoso SIBO.

Para estos pacientes, la psicoterapia es otra de las estrategias para recuperar, nunca mejor, dicho, el equilibrio. Equilibrio emocional y también intestinal.

El SIBO es un síndrome que se encuentra todavía en estudio, porque es mucho más común de lo que pensábamos y porque se relaciona con una serie de enfermedades crónicas que, hasta ahora, no parecían tener cura definitiva. Por si esto fuera poco, hay personas con SIBO que no dan resultados positivos, ni con los kits, ni siquiera con la prueba de aspiración de líquido en el intestino.

Si sospechas que tú también puedes ser uno del grupo de 65% de adultos afectados por SIBO, puedes confirmar el diagnóstico con un test indirecto, basado en la concentración de ciertos gases en tu aliento. Recuerda que puedes ser un falso negativo, incluso aunque hayas hecho la prueba bien. El SIBO y su test ofrecen un modo rápido y no invasivo de confirmar, aunque no permitan desmentir el diagnóstico con una fiabilidad del 100%. Un buen test SIBO sí es fiable cuando confirma que hay un problema, con o sin síntomas, y te permite comenzar el tratamiento para curarte. También para evitar las posibles complicaciones asociadas a este síndrome a medio y largo plazo, como carencias nutricionales.