Determinar cómo subir las defensas es importante para mantenerse saludable. Una de las funciones más importantes del organismo es combatir agentes nocivos, que puedan alterar la salud. Una alimentación adecuada provee no solo nutrientes, sino también puede contribuir a fortalecer el sistema inmunológico.
La alimentación desempeña un papel fundamental en la nutrición del hombre, al aportar las sustancias necesarias para cumplir sus funciones. La función inmunológica —mediante células y sustancias producidas por el organismo— permite combatir gérmenes, y puede ser fortalecida mediante buenos hábitos alimenticios.
Otros hábitos saludables, como el ejercicio, hidratación adecuada, buen descanso y evitar el estrés pueden contribuir a aumentar o mejorar las defensas.
Índice de contenidos
Cómo aumentar las defensas
Aumentar las defensas —sistema inmunológico— implica una serie de comportamientos orientados al mantenimiento del equilibrio orgánico. Los hábitos saludables como la buena alimentación, ejercicio físico, y dormir al menos 8 horas diarias —además de evitar hábitos nocivos— son elementos básicos para la salud.
Hábitos saludables
La buena alimentación es necesaria para subir las defensas. El consumo de alimentos se adapta a las características de cada persona, como edad, sexo, salud, peso corporal y estado nutricional. Pero lo más importante es satisfacer los requerimientos diarios de nutrientes.
Se deben realizar tres comidas al día, añadiendo una o dos meriendas, de acuerdo a la demanda nutricional.
El consumo de agua es vital, ya que mantiene la hidratación y el equilibrio funcional del cuerpo. Deben ingerirse alrededor de 35 mL por cada kilogramo de peso al día.
Reducción del estrés
El estrés como promotor de desequilibrio orgánico, físico y mental, siendo un factor que disminuye las defensas e incrementa el riesgo de enfermedades. Reducir el estrés no solo disminuye este riesgo, sino también permite el fortalecimiento de las defensas.
Dormir bien
El descanso nocturno debe ser de al menos 8 horas diarias, en unas condiciones adecuadas, para recuperar la energía y favorecer la reparación natural del cuerpo. Dormir bien favorece el mantenimiento de las funciones orgánicas, incluyendo las defensas.
Ejercicio diario
Todos los sistemas orgánicos, cardiovascular, respiratorio, digestivo, musculoesquelético e inmunológico, se benefician del ejercicio diario y las actividades deportivas.
Alimentos para subir las defensas
La nutrición adecuada no solo debe considerar la cantidad, sino también la calidad de los alimentos ingeridos. Alimentos procesados, grasa animal, azúcar refinada y grasas trans pueden disminuir las defensas y determinar la aparición de enfermedades —como diabetes e hipertensión arterial— a largo plazo.
Los alimentos para subir las defensas son aquellos que contienen vitaminas A, B6, B12, C, D y E, con funciones específicas para el fortalecimiento del sistema inmune. Los minerales como el hierro, magnesio, cobre, selenio y zinc contribuyen también en la producción de células y anticuerpos necesarios para la defensa inmunológica.
En el contexto de la buena nutrición y subir las defensas, se recomienda:
- Consumir vegetales y frutas frescas.
- Carnes magras.
- Granos y semillas.
- Aceite de oliva.
- Pescado, que provee ácidos grasos omega.
- Carne de aves, saludable y de fácil digestión.
- Leche completa, como fuente de calcio y proteínas.
- Yogur, que contiene probióticos.
- Fibra vegetal, para mantener un aparato digestivo saludable y eliminar toxinas.
Las dietas alcalinas, como DASH y mediterránea, son excelentes para fortalecer el sistema inmunológico, evitando la aparición de enfermedades crónicas e infecciones.
La alimentación es la que provee los nutrientes necesarios para realizar las funciones vitales. El contenido de sustancias como vitaminas, minerales, probióticos y grasas saludables determina cómo subir las defensas mediante el consumo de alimentos adecuados.
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