La vitamina D es llamada así por ser la cuarta vitamina en ser descubierta. Este compuesto tiene una gran importancia en los procesos de absorción de calcio por parte del organismo. Este tipo de vitamina liposoluble puede ser adquirida por el cuerpo a través de algunos alimentos o simplemente con la exposición a la luz solar.
Este efecto ya fue observado por los griegos años atrás, quienes se dieron cuenta que la densidad ósea de los cráneos egipcios era mayor que la de los persas y ligaron la causa de esto a la exposición al sol.
¿Para qué sirve la vitamina D?
Como hemos comentado, la vitamina D es clave en los procesos de absorción del calcio en nuestro cuerpo, por lo tanto, esta vitamina es muy necesaria sobre todo durante el crecimiento, ya que hace que los huesos se desarrollen más fuertes. También es importante en la edad adulta para ayudar a mantener la densidad ósea.
La falta de vitamina D puede provocar problemas de baja densidad ósea en adultos o raquitismo en niños y adolescentes. Por otra parte, el exceso de esta vitamina puede provocar pérdidas de apetito, náuseas, dolor de cabeza e incluso la formación de depósitos de calcio en los riñones.
Fuentes de vitamina D
La principal fuente de absorción de vitamina D de nuestro cuerpo es la luz solar, que se absorbe a través de la piel con la exposición directa y sin protector solar a ella durante un periodo de tiempo determinado que variará según el color de la piel.
Esta exposición al sol es recomendable realizarla cuando el sol está alto en el cielo, es decir, cuando tu sombra no sea demasiado larga. La ropa o los cristales actuarán como bloqueadores solares e impedirán o dificultarán la absorción de la vitamina por este medio.
El tiempo de exposición recomendado es de unos 5 o 10 minutos al día para la absorción de las cantidades idóneas, siendo este tiempo un poco mayor para personas con la piel más oscura y variando según la época del año en la que nos encontremos, llegándose a prolongar hasta unos 30 minutos en invierno.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el exceso de tiempo de exposición al sol puede provocar quemaduras y daños en la piel. La cara y las manos son los principales puntos de absorción de vitamina D.
Alimentos ricos en vitamina D
La falta de exposición a la luz solar dará la necesidad al cuerpo de adquirir estas vitaminas mediante la alimentación. Existe una gran variedad de productos veganos enriquecidos que nos aportan esta vitamina, como leche de soja o la leche de almendra enriquecidas.
Las setas y los hongos, en especial los champiñones, también son una fuente de vitamina D y es recomendable ponerlos al sol después de su cosecha, ya que siguen produciendo esta vitamina incluso entonces, aportando dosis similares a las de los suplementos. Otros alimentos con vitamina D son el aguacate o el germen de trigo.
Si vivimos en una zona donde no es habitual que brille el sol o no tenemos tiempo para pasar un rato expuestos a él, lo mejor que podemos hacer es incluir en nuestra dieta alimentos ricos en vitamina D. De esta forma, evitaremos sufrir un déficit de esta vitamina tan importante para la buena conservación de nuestros huesos.
Fuentes:
https://lambertsusa.com/art-dsp/breve-historia-de-la-vitamina-d/
https://www.vegetarianismo.net/nutricion/vitamina-solar.html
https://www.vegetarianismo.net/nutricion/vitamina-D.html
https://cuidateplus.marca.com/alimentacion/diccionario/vitamina-d.html
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