Rinoplastia por seguridad social, ¿es posible?

Cuando hablamos de rinoplastia, hablamos de problemas asociados a al nariz, bien sean malformaciones, algún traumatismo que hayamos sufrido, o simplemente estéticos. Es cierto que esta intervención puede ser cubierta por la seguridad social, y a continuación os detallamos los requisitos.

Habitualmente para que una intervención entre dentro de los límites que marca la seguridad social, suele ser necesario que exista un riesgo para la salud, bien físico o bien psicológico.

La gran mayoría de intervenciones de rinoplastia que se realizan por parte del estado son por problemas físicos, bien porque el paciente haya sufrido un traumatismo o un accidente y haya tenido importantes efectos, o bien porque sus vias respiratorias estén obstruidas y tenga dificultades para respirar. Es cierto que podría darse también la opción de que el tamaño o forma de la nariz acomplejase al paciente y un psicólogo dictaminara en un informe que le está provocando daños psicológicos, de esta forma la seguridad social cubriría dicha intervención, pero los casos son prácticamente inexistentes. despues de una operación en la seguridad social

Hemos de entender que una operación así suele tener un coste más o menos elevado en las clínicas privadas, y que el hecho de que se realice dicha intervención por la sanidad pública, implica el gasto en un equipo médico, el material, los profesionales… Por lo tanto, se suelen examinar exhaustivamente los casos de cada paciente, y suele existir un tiempo de espera para someterse a la intervención.

Diferencias entre la rinoplastia por la seguridad social y una clínica estética privada:

Es un hecho que existen diferencias importantes que debemos analizar antes de optar por una u otra decisión, siempre que estemos en disposición de que nuestro problema pueda ser intervenido por la sanidad pública.

  • Si la intervención se va a llevar a cabo por la seguridad social, es un hecho que existen mayores trámites burocráticos, y que los médicos deben evaluar con precisión el caso, para optar por finalmente cubrir la rinoplastia o desviarlo a una clínica privada. Obviamente si acudimos directamente a una clínica privada serán totalmente receptivos con la intervención y tendremos los detalles y la operación lo antes posible.
  • El escoger cirujano es otro de los puntos a favor de la cirugía en una clínica privada, en la mayoría de casos, puedes escoger al especialista en rinoplastias, y consultar su historial e incluso charlar con el sobre los resultados que se pueden esperar para nuestro caso.
  • Cuando hablamos de una operación por la seguridad social, damos por hecho que no supondrá ningún desembolso para el paciente, mientras que en el caso de que optemos por la cirugía en una clínica privada, la factura puede dispararse a cifras que no todo el mundo puede permitirse pagar.
  • Y el último punto a analizar son sin duda los resultados y el post-operatorio, si bien es cierto que los cirujanos tanto de la seguridad social como de la clínica privada están perfectamente cualificados, como en cualquier sector, se pueden encontrar mejores y peores profesionales. Posiblemente el post-operatorio en la clínica privada esté más controlado, y se acuerden ciertas revisiones para evaluar los resultados, siendo totalmente posible operar de nuevo en el caso de que algo no haya quedado a gusto del paciente.

La rinoplastia es una de las intervenciones que más complejos elimina, pero lamentablemente la mayoría de estos casos no son cubiertos por la seguridad social, debido a que lógicamente aquellas personas que tengan dificultades para respirar, o problemas en sus vías nasales, deberán tener prioridad.

Es un hecho que para alguien que no tenga un problema de demasiada gravedad, la seguridad social puede que no cubra su caso, pero debemos acudir a un especialista, a nuestro médico, y compartir nuestro caso con el, para que se pueda evaluar la posibilidad de una rinoplastia. partes de una rinoplastia

Os animamos a acudir siempre con un fin informativo también a cualquier centro estético privado para preguntar por nuestra situación, y evaluar ambas posibilidades. Sin duda la diferencia de precio puede decantar la balanza hacia lo público, pero si nuestra situación es límite y podemos permitirnoslo, o si deseamos realizar además un retoque estético aprovechando que entramos en quirófano, debemos acudir a las clínicas privadas.

Siempre que deseemos hacernos esta intervención al igual que cualquier otra debemos contar con centros o clínicas especializadas que cuenten con todas las instalaciones adecuadas y en las mejores condiciones. La ayuda de profesionales experimentados y cualificados es totalmente necesaria si queremos conseguir un resultado final de la mejor calidad y que evite cualquier problema o complicación que pueda ocurrir. De esta forma todas nuestras dudas y temores quedarán resueltas antes de tener que realizarnos el tratamiento haciendo que nos sintamos mucho más seguros con el proceso.

Por último, queremos reconocer nuestra admiración hacia la seguridad social y los profesionales que trabajan en el sector público, tanto cirujanos como médicos especialistas que hacen posible que cada vez más, y con los avances de la ciencia, las intervenciones sean mucho más exitosas, las recuperaciones más cortas y los pacientes estén mucho más contentos con los resultados.

Si deseas conocer el precio de la intervención, más dudas que te puedan surgir sobre la recuperación, si para tu caso es mejor una rinoplastia abierta o cerrada, o simplemente si esos pequeños problemas de tabique o fosas nasales que sufres pueden ser cubiertos por la seguridad social, no lo dudes y acude a un especialista, tus dudas serán resueltas sin ningún tipo de compromiso.