A medida que pasan los años, nuestra piel pierde elasticidad y luminosidad atravesando un proceso natural de descolgamiento. La piel de nuestro rostro es la que muestra más indicios de madurez, por eso es conveniente tratar de prevenir la flacidez facial antes de encontrar los primeros signos.
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Por qué se produce la flacidez facial
Como hemos indicado anteriormente, la primera causa de flacidez facial es la edad. A lo largo del tiempo nuestra piel pierde colágeno, una proteína común que proporciona elasticidad a nuestra piel. Podemos observar que esto va acompañado de pérdida de grasa en nuestro rostro y puede provocar pliegues, descolgamiento de papada, arrugas o bolsas en los ojos.
Si te preguntas cómo combatir la flacidez facial, además de conocer los ejercicios faciales que te mostraremos a continuación, debes conocer otros factores que también la provocan y sobre las que sí puedes poner remedio. El tabaco es uno de ellos, ya que afecta a la oxigenación de la piel y provoca deshidratación. Por otro lado, es aconsejable que cuides tu piel con protección solar, debido a que la radiación del sol también ayuda a la deshidratación y maltrata nuestra piel.
A continuación, descubre cómo mejorar y prevenir la flacidez facial repitiendo de manera rutinaria los siguientes ejercicios faciales.
Ejercicios para la flacidez facial
Antes de comenzar con nuestra rutina de ejercicios faciales recuerda mantener limpias las manos. Además, es necesario desmaquillar y realizar tu limpieza diaria facial para no ensuciar la piel mientras trabajamos estos ejercicios.
Ejercitar los músculos de la cara
Con este ejercicio facial lograrás combatir la flacidez de todo el perímetro de la boca y la parte inferior del rostro. Para llevarlo a cabo es necesario que trates de introducir tus labios dentro de la boca de tal forma que el labio inferior quede bajo tus dientes superiores y el labio inferior sobre tus dientes inferiores. A continuación, intenta sonreír manteniendo la postura anterior y abre y cierra la boca suavemente hasta diez veces. Descansa y vuelve a realizar el mismo ejercicio con otras diez repeticiones.
También podemos trabajar los pómulos de la cara con otro ejercicio muy sencillo. Solamente se trata de inflar tus mejillas tomando aire como si fueras un globo. Intenta mantener esa posición durante unos 10 segundos y luego suelta el aire lentamente. Puedes repetir este ejercicio todas las veces que quieras.
Cuello y papada
Para trabajar el cuello y la papada que tanto nos preocupa cuando hablamos de flacidez, te ofrecemos dos alternativas bastante efectivas.
El primero de los ejercicios consiste en poner tus dos manos entre el cuello y el pecho presionando suavemente. Después, sube tu barbilla hacia arriba lo máximo posible y realiza movimientos con los labios como si pusieras morritos lentamente unas quince o veinte veces. Debes notar como se tensa toda la zona.
Para el segundo ejercicio debes colocar la punta de tus dedos justo donde colocamos nuestras manos en el ejercicio anterior. Una vez posicionados, presionamos suavemente mientras hacemos movimientos con la cabeza hacia atrás y hacia delante. Para más intensidad puedes intentar combinar ambos ejercicios.
Nuestro rostro es nuestra carta de presentación cada vez que nos encontramos ante alguien y es la parte de nuestro cuerpo que más dice de nosotros. Mantén la piel de tu rostro más luminosa y elástica gracias a estos ejercicios para prevenir la flacidez facial y decide cómo quieres que tu piel envejezca.
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