La vitamina K debe su nombre al término danés Koagulation ya que fue el científico de Dinamarca Carl Peter Henrik Dam su descubridor en 1932. En sus estudios observó la importancia de esta vitamina en la coagulación y de ahí su nombre y, hoy día, su denominación como K.
Se trata de un grupo de vitaminas liposolubles formado por tres subtipos: K1 o filoquinonas, k2 o menaquinonas y k3 o menadiona, ésta última es su forma sintética y no tan beneficiosa como las anteriores.
La vitamina K y la coagulación
La vitamina K tiene como principal función actuar en la coagulación, aunque no es la única. El subtipo K1 es el que tiene más peso en esta labor, ayuda a las plaquetas a formar un tapón plaquetario ante cualquier situación de pérdida sanguínea.
Un claro ejemplo de su uso es en el nacimiento, momento en el que se inyecta de forma intramuscular a los bebés para evitar problemas de hemorragias.
Vitamina k2
Aunque al hablar de k2 nos pueda venir a la cabeza una de los picos más altos, perteneciente al grupo de los 8.000 metros, también da nombre a una importante forma de la vitamina k.
El grupo de la vitamina k2, también denominadas menaquinona, era hasta hace unos años una gran desconocida. Cuando se administraba la vitamina k siempre se hacía en su forma k1 por no saber que la k2 era incluso más beneficiosa.
Entre las funciones de esta vitamina encontramos, además de facilitar la coagulación como k1, la movilización de calcio a las zonas que lo necesitan como los huesos y los dientes o la mejora en la salud cardiovascular.
Alimentos ricos en vitamina k
La vitamina K en su forma k1 se encuentra principalmente en vegetales y hortalizas de hojas verdes. El alimento con mayor cantidad de k1 es la col rizada o kalé, con más de 1000 microgramos de k1 en una porción de 100 gramos. Seguido por las espinacas que contienen prácticamente 9000 µg. También se puede encontrar una buena cantidad de esta vitamina en el brócoli, las coles de bruselas, las acelgas, el perejil o la remolacha.
La cantidad diaria recomendada (CDR) de filoquinonas es de 120 µg en hombres y 90 en mujeres. Con la ingesta de uno de estos vegetales, la necesidad estaría más que cubierta, pero no hay que olvidar tomar algunos de estos alimentos durante la semana para evitar su deficiencia.
A su vez, en su forma más desconocida, la vitamina k2, no existe una CDR específica pues se genera por bacterias intestinales que la incorporan a la flora desde alimentos fermentados.
El gran alimento rico en vitamina k2 es el natto, un gran desconocido para muchos pero muy típico en japón. El natto es un derivado de soja fermentada tan rico en k2 que ha conseguido que en este país el número de fracturas o enfermedades óseas es mucho menor. En España su consumo no nos resulta tan habitual pero está llegando a nuestros país para que cualquier vegano pueda incorporar menaquinonas a su dieta.
Aunque la vitamina k2 se puede obtener en productos animales como carnes o huevos, éstos están exentos en dietas veganas.
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