Hacer un viaje de placer o negocios es muy diferente, sin embargo, tienen algo en común. Para ambos necesitarás preparar un botiquín de viaje con provisiones médicas que puedas utilizar en caso de enfermedades inesperadas, heridas o reacciones de tu cuerpo al nuevo medio que te rodee.
Un kit de primeros auxilios, como también se le conoce, pretende que tengas al alcance las herramientas necesarias para recibir u ofrecer atención médica primaria. Más de una vez se han arruinado las vacaciones por una mala digestión o una alergia, cuando pudo haberse solucionado con un suero oral o antihistamínico.
¿Cómo saber qué tienes que llevar?
Antes de conformar el botiquín de emergencia debes tener en cuenta varios factores que te ayudarán para que no falte absolutamente nada. Comienza por identificar los recursos necesarios en dependencia del destino al que te diriges y si tendrás un centro de asistencia médica cerca o no.
En segundo lugar, tienes que definir las necesidades de cada persona que viajará contigo. Por ejemplo, si alguno padece alguna enfermedad crónica como asma, diabetes o hipertensión es fundamental que lleve suficientes dosis de sus medicamentos para el tiempo que estará fuera, incluso para 3 días después del planeado regreso. Nunca se sabe cuándo un viaje puede retrasarse y tampoco si en el lugar al que vas se puede encontrar ese tipo de medicina.
Otro factor importante a tener en cuenta para preparar un botiquín es si viajas con un bebé. Los niños pequeños tienen necesidades especiales. Las pomadas y calmantes para ellos son diferentes a las que usamos los adultos, por lo tanto podrías preparar una bolsita para menores dentro de tu propio kit.
Componentes básicos del botiquín [Checklist]
Los siguientes elementos son los más comunes y no deben faltar en un botiquín de viajes para asegurarte de resolver en el sitio la mayoría de las emergencias médicas.
- Analgésicos (para quitar el dolor)
- Antibióticos (para procesos infecciosos)
- Antipiréticos (para aliviar la fiebre)
- Antiácidos y protectores estomacales (elimina la acidez y mejoran la asimilación de nuevos alimentos)
- Antiinflamatorios (reduce la inflamación)
- Medicamentos para aliviar la sensación de mareo
- Laxantes (ayuda a disminuir síntomas de problemas estomacales como la diarrea)
- Sueros de rehidratación oral (combate la deshidratación)
- Repelente de insectos
- Pomadas tópicas y protector solar
- Gasas, apósitos, vendas y tiritas
- Esparadrapo
- Alcohol y yodo
- Desinfectante para las manos y heridas
- Tijeras de punta redondeada y pinzas
- Termómetro
- Guantes
La forma correcta de armar tu kit de primeros auxilios
- Lleva los medicamentos en su frasco original. Al cruzar aeropuertos o fronteras terrestres, los oficiales de aduanas pueden sospechar de tráfico de sustancias prohibidas si llevas muchas pastillas en una bolsa, por solo citar un ejemplo.
- Mantén en una bolsa aparte las medicinas para niños, pero dentro de tu kit. Es mejor que todo lo necesario en un momento de urgencia se localice en el mismo lugar.
- Elige vendas de diferentes tamaños. Sería innecesario ocupar una de 10 centímetros para una herida de 20 milímetros, o peor aún, que la herida sea mayor a la dimensión de nuestras vendas.
- Ten en cuenta el destino al que viajarás. No necesitarás lo mismo para ir a hacer senderismo al campo que al disfrutar de paseos turísticos en ciudades.
Como recomendación adicional, sería prudente llevar una guía de primeros auxilios en caso de que no tengas esas habilidades.
¿Ya está todo listo? Pues es momento de disfrutar esta nueva experiencia con un botiquín de viajes completo que alejará de ti cualquier preocupación ante imprevistos. ¡Suerte!
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